Ada Colau (i) y Carles Puigdemont (d) en una imagen de archivo en el Ayuntamiento de Barcelona.

Ada Colau (i) y Carles Puigdemont (d) en una imagen de archivo en el Ayuntamiento de Barcelona.

Política

La diplomacia catalana utiliza a Colau para vender su referéndum

El Parlament requiere a Romeva por tercera vez sus memorandos secesionistas, firmados como 'ministry of Foreign Affairs of Catalonia'

17 marzo, 2017 00:00

Por tercera vez en seis meses, el Parlamento catalán ha pedido al consejero de Asuntos y Relaciones Instituciones y Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, que facilite a la diputada de Ciudadanos Susana Beltran los memorandos separatistas enviados a representantes de otros países.

El pasado día 14 de marzo, la Mesa de la Cámara acordó instar al consejero a atender “de forma inmediata el derecho de acceso a la información” de la diputada y enviarle el documento firmado por los miembros del Órgano de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública, en el que se afea a Romeva su opacidad.

La resistencia del titular catalán de Exteriores, que además es el máximo responsable de la Transparencia de la Generalitat, ha rodeado de misterio esos textos enviados a organismos internacionales. Crónica Global ha accedido al llamado Memorándum 29, firmado como ministry of Foreign Affairs, Institutional Relations and Transparency Government of Catalonia, y donde se utiliza la figura de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para “vender” el referéndum independentista en el exterior.

El Memorándum 29 fue redactado tras la Diada del 11 de septiembre de 2016 y, en el mismo, Romeva explica los antecedentes de esa festividad. “Marca la fecha de 1714 cuando, tras 14 meses de asedio, Barcelona cayó al ejército del rey Felipe V de España en la Guerra de Sucesión. Esto llevó a Cataluña finalmente a ser doblegada por España contra su voluntad”.

El recorte del Estatuto, punto de inflexión

Añade que “las celebraciones de la Diada fueron suprimidas durante los 40 años de dictadura franquista, pero fueron restablecidas en 1980” cuando “la Generalitat, fue restaurada como parte de la muy elogiada transición española a la democracia”. Esta transición propició la aprobación de un Estatuto de Autonomía, reformado en 2006. Pero “poco después, el Congreso recortó las competencias delegadas”.

El punto de inflexión, añade ese texto, se produjo en 2010, cuando el Gobierno “instó al Tribunal Constitucional a reducir drásticamente aún más” el Estatut. “El pueblo catalán se sintió traicionado y, ese año, un millón de catalanes salieron a la calle en Barcelona para protestar pacíficamente bajo el lema Somos una nación. Nosotros decidimos".

Desde entonces, indica el conseller, han tenido lugar masivas concentraciones con motivo de la Diada hasta llegar al 11 de septiembre de 2016, cuando por primera vez, Ada Colau también se unió a los manifestantes, a pesar de dirigir un partido político, Barcelona en Comú, la versión catalana de Podemos, que no apoya la independencia. Su formación cree firmemente que Cataluña tiene derecho a decidir su propio futuro político y deplora la negativa del Gobierno español a negociar, o incluso a hablar con el gobierno de Cataluña.

"Mandato democrático"

Acusa a los partidos políticos españoles de bloquear la celebración de un referéndum, mientras que en Cataluña “los diferentes partidos han puesto a un lado las diferencias ideológicas para cumplir con un mandato democrático del pueblo catalán para avanzar hacia la independencia”.

Romeva explica que “los líderes de Cataluña piden unánimemente un diálogo con el Gobierno español, pero nadie parece escuchar. El pueblo catalán, una vez más este año, mostró la fuerza de su espíritu y su voluntad, manifestándose en masa para expresar sus deseos de que el mandato democrático de Cataluña se cumpla”.