Artur Mas, expresidente de la Generalitat / EP

Artur Mas, expresidente de la Generalitat / EP

Política

El día que Artur Mas renunció al traspaso del aeropuerto

La gestión catalana de El Prat que ahora reclama Aragonès para tapar sus crisis con JxCat y motivó el ‘no’ de ERC al Estatut, no forma parte de las prioridades de Pedro Sánchez

11 septiembre, 2021 00:00

ERC y Junts per Catalunya han intentado tapar sus diferencias sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat, al reclamar al unísono del traspaso de la gestión de esa infraestructura. Una reclamación histórica de los empresarios catalanes a la que Artur Mas renunció en su famosa reunión en Moncloa para pactar el Estatut. El convergente era jefe de la oposición y existen dos versiones sobre esa rendición. ERC, que siempre consideró ese traspaso una condición sine qua non, rompió las negociaciones y dijo “no” al Estatut. El resto es historia, pero las pugna entre los actuales socios se mantiene.

La decisión del Gobierno de suspender la inversión en la ampliación de El Prat debido a las desavenencias internas del Govern, ha puesto en pie de guerra a los empresarios catalanes, con Foment y Pimec al frente. Ya en marzo de 2007, en un acto académico donde se vetó la entrada de partidos políticos, para arrancar del PSOE un compromiso sobre el nuevo modelo de gestión del aeropuerto descentralizado. En aquel acto reivindicativo, el empresariado catalán también reclamaba la conversión de El Prat en una plataforma de vuelos intercontinentales.

Los bandazos del Govern

Ese era precisamente el objetivo de la ampliación que proyectaba Aena, ahora frustrado debido a los bandazos del Govern, donde Junts per Catalunya ha culpado a sus socios de ERC del fiasco. Así, mientras la empresa gestora de los aeropuertos españoles asegura que la Generalitat aceptó en las reuniones del 2 de agosto y el 3 de septiembre la ampliación de las instalaciones hacia el Este con la afectación de la reserva de La Ricarda --un proyecto que no ha cambiado desde 2019--, el presidente Pere Aragonès asegura que nunca se habló de esa afectación.

En lo que sí han coincidido ERC y JxCat es reclamar el traspaso del aeropuerto, una reivindicación que finalmente quedó fuera del Estatut y motivó que los republicanos se desmarcaran finalmente del proyecto. Sobre esa transferencia de la gestión se habló en la cumbre que mantuvieron Artur Mas y el entonces presidente español José Luis Rodríguez Zapatero en enero de 2006 para negociar el nuevo texto estatutario. La cumbre sorprendió a muchos, e indignó a ERC por queda excluida, ya que Mas era entonces jefe de la oposición.

Nación catalana... en el preámbulo

El líder convergente regresó de Madrid con un acuerdo global que no incluía el traspaso de El Prat, pero sí la inclusión del término nación catalana en el preámbulo del Estatut, y no en el articulado --lo cual no tiene efectos jurídicos--. Existen dos versiones sobre esa renuncia de Mas. Una apunta a que el nacionalista dio prioridad a esos enunciados identitarios, mientras que otra sostiene que Zapatero le aseguró que no habría problema en descentralizar la gestión, ya que eso no afectaba a la unidad de España.

El resultado final fue un Estatut, enmendado en el Congreso y en el Tribunal Constitucional, que no blindó la transferencia. Las promesas de Zapatero colisionaron con la posición de Aena, Iberia, sindicatos y, especialmente, con la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, acérrima defensora de un modelo centralizado en red. De ahí que el PSOE rebajara su propuesta a la participación de la Generalitat en un consorcio. Una propuesta inaceptable para CiU y ERC, que tras un primer pulso a nivel parlamentario, relegaron este tipo de asuntos --infraestructuras, financiación...-- para dar paso al desafío independentista. Artur Mas dio el pistoletazo de salida al procés en 2012, ya con Mariano Rajoy (PP) en el Gobierno.

El desafío separatista

Y es que la crisis económica, las políticas de austeridad y las nuevas formas de activismo social impulsadas por el movimiento 15M llevaron a Mas a enarbolar la bandera del separatismo, tras una nueva renuncia, en este caso al pacto fiscal que también generaba un amplio consenso entre el empresariado catalán.

Junto al aeropuerto, Aragonès reclama ahora el traspaso del Puerto y del Consorcio de la Zona Franca. Todas las miradas están puestas en la Mesa de Diálogo de la próxima semana, aunque el propio president precisa que una cosa es el conflicto político y otra, el debate sobre las infraestructuras. Sin embargo, la renuncia a la ampliación de El Prat ha puesto el foco mediático y político en las  consecuencias económicas de ese fracaso, relegando por primera vez en mucho tiempo la cuestión secesionista a un segundo plano.

¿Podría formar parte el traspaso de El Prat de esa mejora del autogobierno catalán que ofrece el Gobierno de Pedro Sánchez? Fuentes conocedoras de las negociaciones consideran que “ahora no estamos en ese debate” y que “es la ambigüedad del Govern lo que dificulta la expansión del aeropuerto”.