La candidatura de 'Ordre i Aventura', liderada por Bernat Dedéu, que se presentó para dirigir el Ateneu Barcelonès / ORDREIAVENTURA.CAT

La candidatura de 'Ordre i Aventura', liderada por Bernat Dedéu, que se presentó para dirigir el Ateneu Barcelonès / ORDREIAVENTURA.CAT

Política

Los 'cuperos' de derechas que quieren comerse al PDeCAT

Jordi Graupera lidera el entorno del partido Demòcrates de Catalunya, que comparten con la CUP el método revolucionario para romper la legalidad y su rechazo al actual sistema constitucional

29 octubre, 2017 00:00

El proceso independentista que desde hace más de siete años ocupa el debate político en Cataluña ha elevado como líderes de opinión a una cantera de jóvenes que no superan los 45 años y que se postulan como la nueva élite política catalana.

Se trata de jóvenes que han crecido bajo el regazo de la antigua Convergència, pero que no dudan en matar al padre ante los amagos del PDeCAT de recular en la aventura secesionista. Se mueven en el entorno de la formación de Demòcrates de Catalunya, partido escindido de UDC que defiende abiertamente la independencia de Cataluña y que se integró a la lista unitaria de Junts pel Sí.

“Son cuperos de derechas”, ilustran fuentes de su entorno a Crónica Global, que reconocen las analogías con la formación antisistema, como la apuesta por la ruptura de la legalidad. Les separa el modelo de Estado de la eventual República Catalana, pero comparten el método revolucionario para conseguirla, afirman.

Un filósofo, líder del grupo

Su máximo representante es, a día de hoy, el filósofo e investigador en la Universidad de Princeton, Jordi Graupera. De 36 años, Graupera ha ganado influencia en el sector del independentismo de cariz liberal y podría relevar a Antoni Castellà como líder de Demòcrates de Catalunya, explican estas fuentes. El partido, no obstante, no ha querido responder a este medio sobre dicha posibilidad.

Cristiano e independentista, Graupera se ha labrado un nombre a través de sus artículos en La Vanguardia, El Periódico, el ARA y El Nacional, además de sus recientes intervenciones en TV3. Durante el referéndum del 1-O fue fotografiado en el suelo arrastrado por la Policía Nacional: una estampa ideal para el currículum del político catalán postprocés

Anteriormente había militado en la JNC, las juventudes del partido fundado por Jordi Pujol y, posteriormente, colaboró en el Centre d'Estudis Jordi Pujol antes de que éste cerrara tras conocerse la escándalo de evasión fiscal del expresident catalán.

De 'La Vanguardia' a 'El Nacional'

Forman parte de este grupo liberal el filósofo Bernat Dedéu y el historiador Enric Vila, entre otros. Colaboradores en El Nacional, el diario independentista fundado por el exdirector de La Vanguardia Pepe Antich, ambos pueden considerarse de la primera generación de “columnistas de orden” que defendió el referéndum unilateral sin atender a la legalidad vigente. Un posicionamiento alejado de otros históricos filoconvergentes, como Enric Juliana (La Vanguardia) o Manuel Cuyàs (El Punt Avui), que han mantenido siempre posiciones más ambiguas. 

La división entre nuevos y antiguos columnistas cercanos a Convergència se ha manifestado, por ejemplo, en agrias discusiones sobre Cataluña, como la que mantuvieron Juliana y Graupera en la emisora Rac1 cuando este último --entonces todavía colaborador de La Vanguardia-- le espetó que no podía contestarle “sin jugarse el empleo”. Por su parte, Dedéu, en un artículo en su blog, llamó "pirata" y "cortesano fiel" al periodista de El Punt Avui por amparar las "mentiras" de Pujol. 

Su independentismo radical les ha situado, a menudo, más próximos a los postulados de la formación antisistema. Ese flirteo se ve en el uso de palabras como "colonizados" o "humillados" para hablar de los catalanes, o su rechazo absoluto a la Constitución Española y al sistema democrático surgido de la Transición. 

Distanciamiento del PDeCAT

Uno de los primeros episodios que evidenció el distanciamiento de esta élite intelectual con el PDeCAT fue el apoyo a la campaña lanzada por Demócrates de Catalunya para defender el referéndum de autodeterminación en Cataluña. El escritor Enric Vila insistió en que el referéndum era “el único diálogo que Cataluña puede ofrecer en España”.

El mismo Vila no ha dudado en criticar en reiteradas ocasiones la actitud ambivalente de la secretaria de organización del PDeCAT, Marta Pascal, respecto a la independencia de Cataluña. En la misma línea, Dedéu criticó a los herederos de CDC en Twitter por haber "traficado con la independencia" hasta que el expresidente Carles Puigdemont pasó a liderar la formación.

Ateneu barcelonès

Otro pulso político de este grupo fue el intento de liderar el Ateneu barcelonès, la entidad cultural y recreativa fundada en 1860 y que representa una de las instituciones más importantes del catalanismo conservador. Personalidades como los poetas Àngel Guimerà y Joan Maragall, o el filólogo y padre de la lengua catalana Pompeu Fabra han presidido la prestigiosa entidad.

Dedéu fue quien encabezó la candidatura alternativa Ordre i Aventura y sumó a su equipo al mismo Vila, así como a otras periodistas de El Nacional próximas al soberanismo del PDeCAT. Esta candidatura, sin embargo, no logró imponerse a la liderada por el historiador Jordi Casassas, afín a ERC.

Nuevo orden tras la DUI

La proclamación de la declaración unilateral de independencia de este viernes ha mantenido la unidad en Junts pel Sí, a costa, quizás, del futuro del PDeCAT. Esta formación lleva ya tiempo sumida en una crisis interna y de votos sin precedentes en su historia.

Demòcrates de Catalunya es consciente de que parte de su éxito proviene de ese paraguas conjunto que representó la candidatura de Junts pel Sí. Y, para no perder influencia, el mismo Castellà vería con buenos ojos que una figura cada vez más popular entre los independentistas como Jordi Graupera tomara el mando de la organización.

Los escenarios que se barajan es mantener el mismo partido o crear uno de nuevo cuño. La posibilidad de “tomar el control del PDeCAT” parece mucho más improbable, debido a que se trata de un partido con su estructura consolidada y sus jerarquías. Además, los herederos de Convergència tienen muchas servidumbres y vínculos con Madrid que estos independentistas sin fisuras no estarían dispuestos a asumir.