La presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, junto al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del CATN, Joan Rigol

La presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, junto al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del CATN, Joan Rigol

Política

Cristianos catalanes apelan a Juan Pablo II para defender la secesión de Cataluña

Joan Rigol, Núria de Gispert, Joaquim Ferrer y Antoni Comas son algunas de las personalidades que firman la misiva

8 septiembre, 2015 13:02

Treinta personalidades cristianas catalanas han defendido este martes, en una carta abierta a los cristianos de toda España, que Cataluña es una nación capaz de decidir su futuro, y les piden que consideren "respetables" las razones del proceso soberanista aunque no las compartan.

Entre los 30 firmantes del anuncio insertado en el diario ABC están la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; su antecesor Joan Rigol; el asesor de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede Josep Maria Cullell; el consultor del Pontificio Consejo de Promoción de Nueva Evangelización de la Santa Sede, Xavier Morlans; el escritor Lluís Busquets i Grabulosa; los religiosos Josep Maria Ballarín, Pare Manel, Hilari Raguer, Joan Evangelista Jarque y Josep Maria Fisa, y el presidente de Cristianisme segle XXI, Jaume Botey.

Sentimiento de "fracaso"

En su misiva afirman que un eventual Estado catalán podría o no confederarse con el español pero en cualquier caso consideran que establecerían relaciones "libres, no condicionadas y, por supuesto, más satisfactorias".

Constatan un sentimiento de fracaso en la relación entre Cataluña y el resto de España porque, en su opinión, Cataluña ha intentado consolidar su carácter nacional dentro de España, pero "el Estado ha combatido y laminado su autonomía hasta dejar desfigurado el Estatuto" de 2006.

Finalmente, los firmantes afirman que "las cosas hubieran podido ser distintas" si el trato estatal a los catalanes hubiera sido otro.

Apelan al Papa Juan Pablo II

Asimismo, recuerdan que ese mismo papa dijo: "Nadie --un Estado, otra nación, o una organización internacional-- puede sostener legítimamente que una nación no sea digna de existi".

Para estos firmantes, tanto los cristianos catalanes como los de toda España con conciencia y conocimientos políticos han sido incapaces de aportar actitudes para "abrir nuevas perspectivas en la articulación" de Cataluña en España.