Albert Rivera y José Manuel Villegas en la ejecutiva de Cs donde se ha votado por unanimidad no pactar con Pedro Sánchez ni con el PSOE / EFE

Albert Rivera y José Manuel Villegas en la ejecutiva de Cs donde se ha votado por unanimidad no pactar con Pedro Sánchez ni con el PSOE / EFE

Política

Ciudadanos cierra la puerta a pactar con el PSOE tras las elecciones generales

El portavoz de Cs acusa a Sánchez de ser el "candidato de los separatistas" y afirma que "debe ir a la oposición"

18 febrero, 2019 17:34

"No es no" fue el eslogan de campaña más famoso de Pedro Sánchez, que defendía claramente cerrar la puerta a cualquier acuerdo de investidura con el PP de Rajoy. Hoy parece que quien entona esa canción es Ciudadanos contra el ideólogo de esa frase, puesto que su ejecutiva ha decidido por unanimidad vetar un pacto con los socialistas tras las elecciones generales del 28 de abril.

“Ningún voto de Ciudadanos puede servir para que Sánchez sea presidente del Gobierno”, ha afirmado el portavoz de la formación naranja, José Manuel Villegas, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva del partido naranja. La decisión alimenta la política de bloques: uno de izquierdas con PSOE y Podemos con el apoyo de nacionalistas e independentistas, y otro de derechas formado por PP-Cs-Vox.

José Manuel Villegas anuncia que Cs rechaza cualquier pacto con Sánchez y el PSOE

“A la oposición”

Villegas ha asegurado que el presidente del Gobierno "se tiene que ir a la oposición: Sánchez es el PSOE y el PSOE es Sánchez”. La idea también ha sido reforzada de inmediato por el propio Albert Rivera, que en un tuit ha dejado claro que “España no merece un presidente que pacta con quienes dan golpes de Estado”.

El portavoz ha asegurado que Sánchez es el “candidato preferido de los separatistas”. No obstante, en las anteriores elecciones Albert Rivera negó que su partido fuera a hacer presidente a Mariano Rajoy, pero acabó facilitando esa investidura tras votar a favor en segunda vuelta. En esa época Sánchez acababa de dimitir como diputado por su oposición a permitir que el PSOE permitiera con la abstención un gobierno del PP. El ahora presidente había dimitido también por dicha circunstancia de la presidencia socialista, que recuperaría meses después en unas primarias contra Susana Díaz y Patxi López.

Asunto zanjado

La polémica empezó con las declaraciones de Juanma Marín en una entrevista en el Diario de Sevilla. El vicepresidente andaluz respondió a una pregunta sobre si el cordón sanitario contra el PSOE-A también se reflejaría en el ámbito español: “No lo sé, hay que esperar unos días, ver cómo se desarrolla la campaña, cuáles son los posicionamientos de cada uno”.

El pacto era ya de por sí muy improbable, puesto que Cs fue uno de los convocantes de la manifestación contra el Gobierno socialista en la plaza Colón de Madrid. Además, distintos líderes socialistas han calificado a Ciudadanos como una parte de la “derecha trifálica”.

Contra el 'sanchismo'

El partido naranja espera superar el sanchismo, pero también el bipartidismo, y considera una pantalla pasada “la etapa de taparse las vergüenzas entre el PP y el PSOE”. Ha asegurado que la formación “no llegará a ningún entendimiento previo con una fuerza que ha sido protagonista fundamental de esa etapa de corrupción y parálisis”. Por otro lado, no hay que perder de vista que Cs votó en contra de la moción de censura contra Rajoy presentada por el actual presidente tras la sentencia de la Gürtel que condenaba a los populares por financiación ilegal. 

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, también le ha recriminado a Rivera su actitud: “Mientras en Europa los liberales pactan con los socialdemócratas, en España prefieren hacerlo con la ultraderecha”. Asimismo, el líder socialista afirma que su partido aspira a conseguir una mayoría “netamente socialista”, y añade que “los que no apoyaron los presupuestos ahora tendrán que explicarlo a sus votantes”. El papel de Podemos también queda en entredicho, puesto que algunos de sus líderes, como el diputado de los comunes Joan Mena, se habían reivindicado como una garantía para evitar que los números entre PSOE y Cs pudieran facilitar un pacto