El logo 'triste' de CDC en el Senado.

El logo 'triste' de CDC en el Senado.

Política

CDC se queda sin grupo propio en el Senado

El Partido Popular vota en contra de la petición de los parlamentarios convergentes, mientras que el PSOE se abstiene

1 agosto, 2016 13:03

CDC se queda sin grupo propio en el Senado durante esta legislatura, con los votos en contra del PP y la abstención del PSOE.

La Mesa de la Cámara alta ha negado este derecho a la formación catalana por carecer de los senadores necesarios para tenerlo, reglamento en mano. Los cuatro miembros del PP en la Mesa han votado en contra; los dos del PSOE se han abstenido, y el representante de PNV ha dicho sí a la formación catalana.

Pendientes del Congreso

El vicepresidente del Senado, Pedro Sanz (PP), ha recordado que toda formación necesita diez senadores para formar grupo propio, que pueden quedarse en seis durante el resto de la legislatura. CDC suma cuatro y ha recurrido a seis de otras formaciones (dos de ERC, dos de Coalición Canaria, uno de Bildu y un sexto de la Agrupación Socialista Gomera) para lograr los asientos. “Más bien parecía un grupo mixto”, ha dicho Sanz.

Esta misma legislatura, el PP ha dejado al PNV cuatro de sus senadores para que pudiera constituirse como grupo parlamentario. Esos senadores vuelven después al Grupo Popular y los nacionalistas vascos siguen funcionando con sus seis representantes con normalidad.

Pacto roto

En las próximas horas se votará la misma petición para el Congreso. CDC, que tampoco cuenta con los votos necesarios para formar grupo propio, depende del PP. Ciudadanos es la formación que lidera la campaña para dejar a Convergencia sin grupo, y presiona a populares y socialistas para que voten en contra, ya que otra cosa sería saltarse el reglamento.

El PP y CDC habían sellado un pacto secreto para la elección de la Mesa del Congreso. Los nacionalistas catalanes les dieron unos votos que de hecho ni siquiera necesitaban. Pero la votación de la semana pasada en el Parlamento catalán, donde CDC accedió a las peticiones de la CUP para desacatar al Tribunal Constitucional, ha alejado a los convengentes del partido de Mariano Rajoy.