El consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, y el presidente, Artur Mas

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, y el presidente, Artur Mas

Política

CDC, perdiendo votos "a raudales" y también centralidad

La pérdida de expectativa de voto por parte de CiU es el elemento clave que ahora explica el constante incremento del radicalismo de Mas

10 abril, 2014 03:32

"Estamos perdiendo votos a raudales. Si no recuperamos la centralidad, CDC desaparecerá", me dice un alto dirigente de CDC, miembro de la ejecutiva de la federación CiU. Cualquier indicio personal llevaría a identificarlo, debido a que es una persona muy conocida.

La fuente argumenta que eso explica la actual actitud de Mas, incomprensible si sólo se considera su discurso propagandístico. Me dice que Mas escenifica, para esconder lo que, para él y para CDC, es una gran tragedia. Ay, Mas quiere que también sea una tragedia para los catalanes y, por supuesto, para toda España. Hay que echarle en cara, una vez más, la verdad y la realidad, así como hacerlo responsablemente, con parámetros de responsabilidad que sus corsarios mediáticos ignoran.

La fuente me explica que todo lo que está haciendo Mas corresponde a lo que acabo de reproducir. Destaca que "sin duda" ahora la actuación de Mas está marcada por el hecho de que posee encuestas sobre la expectativa de voto. Continúan mostrando más caída del voto de CiU. En lo que respecta a ERC, subiría menos que hasta ahora, pero ganaría unas autonómicas anticipadas.

Encuestas mantenidas en secreto

La fuente me precisa que "nunca había visto que hubiera un secreto tan grande respecto a unas encuestas", efectuadas por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. "Hasta ahora -me dice- me las habían pasado recién elaboradas. Ahora no las conoce nadie, excepto Mas, si bien el hecho de que son espectacularmente malas ya ha trascendido a la cúpula de CiU, como tú expusiste con ocasión de una reciente reunión de aquella ejecutiva".

Conozco la extrema seriosidad de la fuente y, lógicamente, tengo cuidado al exponer el tema. Voy con pies de plomo. El contraste con las sandeces expuestas por Mas es alucinante. Aun así, hace más de cien veces que revelo una realidad tapada por el propio Mas que, posteriormente, es confirmada. Incluso me resulta aburrido.

Control total de la información

La fuente me dice "es una vergüenza que haya un dominio tan descarado de la Generalitat en la emisión de información. Tenemos la Agencia Catalana de Noticias, las cadenas de TV3 y muchas cadenas de radios, así como la complicidad activa de la mayoría de diarios catalanes. Mas tiene muy fácil dominar el discurso mediático. A mí este abuso, nada democrático, me produce mucho miedo. Llegará a ser constatado por la mayoría de la ciudadanía y lo pagaremos caro. Cuanto mejor encaremos la realidad, más posible será que CDC pueda sobrevivir. Por ahora no lo veo nada claro. El próximo Parlamento autonómico puede ser ingobernable".

"Contra el franquismo estábamos mejor"

En honor a mi fuente hago un breve recorrido por aquellos medios independentistas y sobre todo serviles (es decir que son viles) añadiendo algunos de digitales, repletos de publicidad de la Generalitat. No me imagino que en ningún otro país europeo se pueda ocurrir nada parecido. Da mucho asco. Como decía mi añorado amigo y compañero Manuel Vázquez Montalban, "contra el franquismo estábamos mejor".

Pensando con preocupación en el clima de ahogo mediático e intelectual no puedo evitar retomar, por ser ahora más evidente que nunca, el eterno tema (para mí) de la inmensa responsabilidad personal de Mas.

La escalada del compromiso

Quizás abusamos de la sociología y despreciamos demasiado la psicología. Intentaré compensarlo exponiendo que Mas permite recordar lo que en inglés recibe el nombre de "Scalation of Commitment" ("Escalada del Compromiso"). Es un síndrome descrito en los años setenta por el profesor Barry Staw, de la Universidad de Berkeley.

Consiste al incrementar constantemente una acción de la cual ya se había visto que no podía llevar a ninguna parte. Por ejemplo, imaginemos que alguien cree que enviar arena al Sáhara es un gran negocio. Al hacerlo y resultar, lógicamente, un fracaso, en vez de desistir cree que el problema consiste en que no envió suficiente arena. Siempre hay una etiología concreta. La de Mas es no poder soportar que se le vea como lo que siempre ha sido: un perfecto inútil.

Un Artur Mas ya fracasado

Por lo tanto, la cosa está clara. Su único trabajo en el sector privado, conseguido gracias a su compañero de partido, y de más cosas, Lluís Prenafeta, fue la internacionalización de la empresa del primo de este. Pronto acabó quebrando y con el cierre definitivo.

Más tarde, Jordi Pujol le eligió para que guardara la poltrona suprema de la Generalitat muy caliente, por pocos años, a la espera de que la ocupara Oriol Pujol Ferrusola. Pero Mas se sublevó y después Oriol se metió de cabeza en el tema judicial que todos conocemos. Empezó a soñar con que sería el rey del mambo.

El entorno directo de Mas

Otras fuentes de la cúpula de la Generalitat me explican que Mas cada día tiene una actitud que podríamos considerar de reclusión sobre sí mismo. No quiere ver a la gente, mantiene cada vez más aquella mirada perdida que tan angustiosa puede ser, si se piensa en su condición psicológica, y, finalmente, se rodea de muy pocas personas.

Una de ellas es el inefable Francesc Homs, capaz de todas las provocaciones. Es un chabacano en estado puro y está orgulloso de serlo. Que a la vez sea el responsable de las relaciones internacionales -a pesar de saber sólo castellano, y aún gracias- es uno de aquellos detalles pintorescos que caracterizan la Generalitat de Mas.

El resistencialista Vilajoana

Me exponen que el secretario general de la Presidencia, Jordi Vilajoana, ha pasado a ser un gran digamos "resistencialista" en el sentido que excita el radicalismo irredentista y milenarista de Mas. La cosa tiene su gracia porque, en cuanto a ser un héroe, Vilajoana todavía tiene menos características que Mas, que ya es decir.

A Vilajoana se le tiene por una persona con características de lo que en francés se denomina "un homme à femmes" y en inglés "a ladies man", o sea un seductor barato, por no decir de poca monta. Intelectualmente nunca ha sido nada. Ni lo ha intentado. En cambio, todo indica que ha hecho dinerete, como tantos otros personajes obedientes.

La revista Muy interesante

Un alto cargo de la Generalitat me explica, aguantándose la risa, que hace algún tiempo Vilajoana explicó a un grupo de personas que era un ávido y fiel lector de la revista Muy interesante. Esta se considera a sí misma de divulgación. Puede llegar a serlo tanto que caiga en la especulación de techo muy bajo. Vilajoana dijo que leer aquella revista le permitía lucir que sabía cosas sorprendentes. Si tiene Muy interesante como fuente fidedigna, estamos apañados. Ciertamente, esta publicación es la antítesis de Scientific American.

Resulta interesante ver cómo Mas se pone bajo la luz de los reflectores. Quizás finalmente se acabará la torpeza consistente en encontrarle algún interés. Hace falta, en efecto, que en toda Cataluña y España se le vea como lo que es: un político inculto y despiadado, desesperado por su constante pérdida de expectativa de voto y de popularidad. Todas las anteriores valoraciones de su persona le han sido muy desfavorables. Esto debe seguir siendo así o peor.

Pérdida de voto y pérdida de vidas

Ya se puede ir vistiendo de seda, que Mas nunca pasará por un político competente. Su nefasto balance es demasiado malo, de manera categórica. Es en este terreno en el que se le tiene que valorar. En particular, en relación al aumento de la mortalidad en Cataluña, en 2012, en un 5,3 por ciento.

No hay seda que pueda adornar una monstruosidad de este género, de la máxima gravedad. Pero de momento a Mas le preocupa más su pérdida de expectativa de voto que no la muy contrastada pérdida de expectativa de vida por parte de los catalanes. Él es así.