El vicepresidente catalán Pere Aragonès y la portavoz del Ejecutivo autonómico, Meritxell Budó / EUROPA PRESS

El vicepresidente catalán Pere Aragonès y la portavoz del Ejecutivo autonómico, Meritxell Budó / EUROPA PRESS

Política

Cataluña, a un paso del estado de alarma

Madrid busca alternativas, mientras que Extremadura, el País Vasco, Navarra y Ceuta ya han solicitado esta medida o lo harán en las próximas horas

23 octubre, 2020 18:38

Todos a una como en Fuenteovejuna. Eso es lo que ha pedido esta mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las comunidades autónomas, entre las que intenta recabar apoyos para decretar un nuevo estado de alarma. A su llamada de unidad ya han acudido Extremadura, el País Vasco, Navarra y Ceuta, mientras que la Generalitat de Cataluña se ha reunido de forma extraordinaria este viernes para pedir esta medida, ante el aumento de contagios sin control.

Cataluña decretó el cierre de bares y restaurantes antes que nadie la semana pasada y hoy Madrid ha anunciado su propia versión del toque de queda nocturno. Este se pondrá en marcha mañana, fecha en la que decae el estado de alarma decretado por el Gobierno central sobre la comunidad el pasado 9 de octubre.

Las cifras preocupan

Pese a que en un primer momento la Generalitat se había mostrado contraria a pedir a Sánchez que decretase el estado de alarma, los números preocupan. Cataluña ha notificado este viernes la mayor cifra de contagiados en un día desde que empezara la pandemia: 5.403. En total, 1.698 personas están ingresadas en centros hospitalarios, de las que casi 300 han necesitado ser trasladadas a unidades de cuidados intensivos. Estas cifras están generando una enorme presión sobre los sanitarios, que denuncian que la tasa de ocupación de las ucis ya ronda el 80%.

Es por eso que el Govern se ha reunido esta tarde de forma urgente para pedir al Gobierno que decrete el estado de alarma entre las once de la noche y las seis de la mañana, según han explicado fuentes cercanas al Ejecutivo catalán. Esto contrasta con las declaraciones de esta mañana de la consellera de Salud, Alba Vergés, que ha advertido de que, en el caso de ser necesario, serían ellos quienes aplicarían la limitación de movimientos, sin esperar ninguna orden de la Moncloa. 

Estado de alarma, que no reclusión

El estado de alarma no implica un encierro como en la primera ola, y así lo ha remarcado Sánchez en su comparecencia de este viernes. De hecho, mecanismos como el toque de queda pretenden ser pasos intermedios que salven la situación a tiempo, impidiendo así que la reclusión vuelva a ser total. De esta forma se expuso la situación ayer jueves en la reunión que mantuvieron los consejeros autonómicos de Salud con el ministerio de Salvador Illa. Pese a que el encuentro sí prosperó con cierto consenso sobre los criterios de interpretación de los niveles de peligro, no cuajó la propuesta de implementar medidas conjuntas como el estado de alarma en toda España. 

Las reticencias provenían de Madrid, Cataluña y el País Vasco, aunque, finalmente, el lendakari Urkullu ha cedido a las presiones del Gobierno con la coletilla de que la gestión del estado de alarma quede en manos de los presidentes de las autonomías. Varias comunidades como Castilla y León, Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana han hecho lo mismo, y poco después de salir de la reunión anunciaron la implantación de toques de queda nocturnos. No obstante, estas medidas deberán ser autorizadas por los tribunales, puesto que sin el estado de alarma en marcha no tienen la cobertura legal suficiente.

Madrid busca fórmulas alternativas

La Comunidad de Madrid --desde donde salió por primera vez el concepto de "toque de queda" el pasado martes-- no ha querido quedarse atrás. El gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha anunciado que, a partir del sábado, pondrá en marcha una serie de "restricciones nocturnas". Estas limitarán la actividad y las reuniones sociales desde medianoche --de hecho, la hora de cierre de bares y restaurantes se extenderá de las diez a las doce--, pero no los movimientos.

Sobre si el PP apoyará o no un nuevo estado de alarma poco se sabe. Sus socios de gobierno, sin embargo, sí han despejado la incógnita. Inés Arrimadas ha manifestado la "lealtad" de sus 10 diputados con España y ha confirmado su apoyo a Sánchez. La líder del partido naranja ha animado a hacer lo propio a los populares, que por el momento parecen tener suficiente con el giro hacia la moderación protagonizado ayer por Pablo Casado durante la moción de censura de Vox.

Madrid y Cataluña, en riesgo extremo

Pero, ¿cómo justificar una negativa con los datos epidemiológicos en la mano? Según el semáforo de riesgo de España, aprobado ayer por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional, tanto Madrid como Cataluña se encuentran en "riesgo extremo" (el más alto). Esto significa que, teniendo en cuenta la incidencia acumulada de los últimos 14 días, ambas tienen más de 250 casos por cada 100.000 habitantes.