El líder del Partido Popular, Pablo Casado, en el Congreso / EP

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, en el Congreso / EP

Política

Casado y Torra desafían ahora a Sánchez por el plan de desescalada

El líder del PP duda otra vez sobre su acercamiento al Gobierno, pese a la decisión de que Ana Pastor presida la comisión parlamentaria de “reconstrucción”

29 abril, 2020 00:00

El presidente Pedro Sánchez ha decidido tomar decisiones bajo su absoluta responsabilidad. Quiere liderar el proceso hacia la “nueva normalidad” con el máximo control por parte del Ejecutivo central. Esa apuesta, que pasa ahora por las provincias, como el marco administrativo y geográfico para recuperar la actividad económica, comporta un choque directo con el líder del PP, Pablo Casado e incide en las diferencias mostradas en las últimas semanas con el presidente catalán, Quim Torra. Los dos, con argumentos distintos, desafían ya a Sánchez.

Para Casado su posición es delicada. Mientras él mismo corroboraba las palabas del secretario general del PP, Teodoro García Egea, muy críticas con Sánchez, el presidente de la Junta de Andalucía, el conservador Juan Manuel Moreno, mostraba su comprensión con el plan de “transición”.

¿Recuperar las provincias?

En el caso de Torra la oposición es total. Nada más conocer el plan por fases de Sánchez y centrado en las provincias, el presidente de la Generalitat señaló que el Ejecutivo central “no ha escuchado nada”. Para Torra, que ha buscado diferenciarse del Gobierno en cada momento y a partir de cada una de las decisiones de Moncloa y del ministro de Sanidad, Salvador Illa, “la coordinación es centralización y menosprecio a todo lo que hemos argumentado”. El enojo de Torra fue total: "Cataluña vuelve a 1833, a Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona, y toda la experiencia de la Sanidad en Cataluña por regiones y áreas sanitarias, se envía a la papelera. Un grave error”, espetó.

Esa posición de Torra inyecta toda la presión a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) como posible socio de Sánchez para que colabore en las siguientes prórrogas del estado de alarma. En la tercera votación, la pasada semana, los republicanos se abstuvieron con la afirmación de su diputado en el Congreso, Gabriel Rufián, de que esa abstención estaba más cercana a un ‘no’ que a un voto afirmativo. Y el partido de Torra, Junts per Catalunya (JxCat), ya votó en contra sin ningún complejo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, en reunión por videoconferencia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, en reunión por videoconferencia

Sánchez, "sin rumbo"

Pero Sánchez se la juega ahora con Casado quien, a su vez, deberá solventar sus problemas internos en el PP. Las palabras de García Egea fueron claras: “Ni GPS, ni timón, ni nadie a los mandos. Un Sánchez sin rumbo y recreándose en sus propios bulos dedica más de una hora a proclamar imprecisiones. No hay plan”. Casado apoyó esas afirmaciones en las redes sociales.

La cuestión es que Pedro Sánchez, según fuentes socialistas, considera que deberá contar con el PP en los próximos meses para hacer frente al periodo de “reconstrucción económica”, y que el partido de Casado no podrá oponerse, siempre desde la consolidación de su Gobierno de coalición con Unidas Podemos, que no se quiere poner en peligro. Y las dudas se han instalado en el propio dirigente popular.

Comisión con Ana Pastor al frente

Tras una actitud inicial de colaboración, Casado consiguió que el presidente del Gobierno acordara la puesta en marcha de una comisión parlamentaria, dejando a un lado su idea de reeditar unos nuevos Pactos de la Moncloa. Pero la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, reclamó que esa comisión sirviera también para investigar la propia actuación del Ejecutivo en toda la crisis del Covid-19. La actitud dura se rectificó este martes, con la elección de Ana Pastor, la expresidenta del Congreso y estrecha colaboradora de Mariano Rajoy, como candidata para presidir esa comisión.

El clima de colaboración lo han mantenido los presidentes autonómicos del PP, a pesar de las indicaciones de Casado para que buscaran las grietas del Gobierno en esos planes de desconfinamiento. Y en eso confía Sánchez, en que la presión de los propios barones del PP, especialmente el presidente andaluz y el gallego, Alberto Nuñez Feijóo, hará mella en Pablo Casado.

Moreno, conciliador

El presidente de la Junta de Andalucía amparó, aunque con todas las reservas, el propio plan del Gobierno: “Es prudente establecer un periodo de transición hacia la nueva normalidad, como ya solicité al presidente del Gobierno el pasado 12 de abril, pero después de enviar una completa propuesta de desconfinamiento; en Andalucía esperamos recibir información más clara y concreta”, señaló Juan Manuel Moreno.

La posición del PP, en todo caso, se moverá entre esas dos estrategias: colaboración, pero sin atarse a ningún plan con el Gobierno; entre Moreno y Feijóo y Casado y García Egea. El pronóstico, según fuentes populares, es que Sánchez no podrá seguir adelante cuando se trate de poner en pie la “reconstrucción” de España con su actual Gobierno, y en ese momento --¿después del verano?, ¿a principios del próximo año?-- deberá tomar una decisión, en función también de cómo gestione las contradicciones entre el PSOE y Unidas Podemos.