El exministro de Obras Públicas, Josep Borrell, ha llamado a no boicotear los productos catalanes / EFE

El exministro de Obras Públicas, Josep Borrell, ha llamado a no boicotear los productos catalanes / EFE

Política

Borrell: "No boicoteen los productos catalanes, no castiguen a los trabajadores"

El exministro socialista considera que la situación de Cataluña no afecta solo a las empresas, sino a todo el tejido económico, y ha llamado a los españoles a colaborar

19 octubre, 2017 16:59

El exministro y expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell ha hecho un llamamiento a todos los españoles para que no boicoteen los productos catalanes, ya que supondría castigar a los trabajadores en un momento en el que la situación económica de Cataluña es "realmente preocupante".

En su opinión, todos los españoles tendrían que intentar evitar que se deteriore más esta situación, y tendrían que parar toda clase de boicot contra los productos catalanes.

Reconstruir la relación

"Por favor, paren eso, no castiguen a los trabajadores de Cataluña, no boicoteen los productos catalanes, contribuyan a reconstruir una relación de afecto o sufrirán mucho los que menos culpa tienen y no vamos a solucionar el problema", ha añadido Borrell, tras declarar como testigo en el juicio contra la antigua cúpula de Abengoa.

El socialista ha recalcado en sus declaraciones que la independencia sí que tendrá consecuencias económicas, ya son más de 800 las empresas que han sacado su sede social de Cataluña. Y ha criticado que dirigentes catalanes como, Oriol Junqueras, y Artur Mas dijeran en su día que la independencia no tendría consecuencias económicas.

Hemorragia económica

Pero lo más preocupante de esta situación, ha asegurado, es que no sólo se trata de grandes empresas, sino que todo el tejido económico catalán está ya sufriendo esta situación y "ésa es una de las consecuencias graves, ya inevitables, pase lo que pase, como ocurrió en Quebec" (Canadá).

El exministro ha alertado de que cuanto más tiempo dure esta situación de indefinición y de conflicto político, mayor será la desconfianza, la inseguridad jurídica y, por tanto, la "hemorragia económica", que afectará a Cataluña y al resto de España.