La Baronesa Thyssen en la comunión de sus hijas / Revista Hola

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Política

Los ‘baby business’ rompen las costuras ideológicas del PP

El partido de Rajoy se muestra dividido ante la maternidad alquilada, que ya ha importado 5.000 niños y factura 5.000 millones anuales en el mundo

11 febrero, 2017 00:00

La maternidad alquilada, incluso dentro del partido del Gobierno, es un tema vidrioso, empezando por el nombre: maternidad/gestación subrogada, según los partidarios; vientres de alquiler, según los contrarios. Esta práctica creciente, que origina un crudo debate en el congreso del PP, ya ha traído a España más de 5.000 niños.

Son los llamados baby business, ya que forman parte de un negocio mundial en auge estimado en más de 5.000 millones de euros al año. Solamente en la India, el sector factura entre 1.000 y 2.000 millones, según el Center bioethics and cultura network (CBC) de Estados Unidos, país principal cliente.

Veto desde Zapatero

Zapatero, padre de la ley que posibilitó el matrimonio gay, puso sin embargo el  veto en España a esta práctica hace 11 años. Pero la mayoría de estos niños, gestados en el extranjero, han sido inscritos en los consulados españoles del país de origen, a espaldas de la Fiscalía General del Estado, en virtud de una instrucción de la Dirección General de Registro y Notariado de 2010. No obstante, se carece de un registro oficial de niños adoptados, como es preceptivo, por esta vía.

La regulación, como piden los usuarios de esta técnica, allanaría los trámites y facilitaría una inscripción directa en el Registro Civil y el libro de familia. Y puede que el de la renuncia por parte de la mujer que ha alquilado su vientre. Cierto que, de paso, mermaría el boyante negocio de despachos y agencias que actualmente median en este farragoso proceso.

Hasta 200.000 euros

Algunos de estos nuevos españoles son hijos de personajes tan famosos como Miguel Bosé, Tita Cervera, Ricky Martin o Kike Sarasola. Otros han sido encargados por parejas sin tanto renombre que no podían tener o adoptarlos, especialmente parejas homosexuales, pero que disponían de entre los 40.000 euros que se abonan en Ucrania a los 200.000 en Estados Unidos.

El alquiler y los numerosos gastos clínicos que rodean estos alumbramientos ofrecen cifras intermedias en países como Canadá, Reino Unido, Rusia, India o Grecia. Pero en Rusia y Ucrania, la ley excluye a las parejas homosexuales y solteros, y en otros países se restringe el uso de estas técnicas a sus nacionales. 

Aguirre se sube al carro

La nueva regulación, que reformaría la ley Salgado de reproducción asistida y copiaría el modelo de EEUU y Gran Bretaña, ha abierto un verdadero cisma en el PP. Incluso se habla de dos frentes. En el primero, con más poder en el aparato, figuran altos cargos de Génova como Javier Maroto, los presidentes autonómicos Cristina Cifuentes y Alberto Núñez Feijóo, y dirigentes de peso como el andaluz Juan Manuel Moreno o Esperanza Aguirre.

El apoyo a última hora de la lideresa madrileña, "porque soluciona problemas de mucha gente", sorprende, como muchas de sus peculiares decisiones y opiniones. Contrasta con su participación en 2015 en la convocatoria de 40 plataformas antiabortistas bajo el lema Por la vida, la mujer y la maternidad. Aguirre, la única dirigente presente en aquella concentración, se ha subido a este carro.

'Silencio Mariano'

Entre los contrarios a la reforma, se sitúan exdiputados como Lourdes Méndez, Luis Peral, Regina Plañiol, David Pérez o José Luis Sastre. Están un poco alejados del núcleo duro, pero cuentan con el apoyo de parlamentarios históricos, de la Conferencia Episcopal Española y de asociaciones como el Centro Jurídico Tomás Moro, conocido por sus cruzadas cristianizadoras desde 2004. Y del poderoso sector Opus Dei. "Todos los deseos no pueden convertirse en derechos por la voluntad de unos pocos", sostienen.

No se ha posicionado de momento el propio Rajoy. A este silencio Mariano se une el de la ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, cuyos primeros pronunciamientos --aborto, copago-- han provocado otras tantas fuertes polémicas. Fuentes próximas a la dirigente catalana la sitúan como "una de las caras del PP más joven, moderno y centrista" y, en consecuencia, la apuntan a la corriente de los partidarios.