El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (2i), junto al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido (2d), el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo (d), y el conseller de Interior, Jordi Jané (i), antes del comienzo de la reunión de la Jun

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (2i), junto al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido (2d), el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo (d), y el conseller de Interior, Jordi Jané (i), antes del comienzo de la reunión de la Jun

Política

Así vende el PDeCAT sus acuerdos con el Gobierno

La nueva CDC alardea de la “centralidad recuperada” al estilo PNV tras el acuerdo sobre Mossos, que se une al pacto sobre estibadores y el no a la moción de censura de Rajoy

12 julio, 2017 00:00

“Estamos recuperando la centralidad”. Así se expresaba el lunes un dirigente del PDeCAT, tras el acuerdo alcanzado entre Gobierno y Generalitat sobre la integración de los Mossos d’Esquadra en la inteligencia antiterrorista.

Lejos quedan los tiempos en que CDC era decisiva en la política española y su conversión al independentismo la ha colocado en una posición marginal. Pero la nueva Convergència no renuncia a ese juego de pactos, a los que el PNV –otrora aliado nacionalista— está sacando mucho provecho tras dar apoyo a los presupuestos de Mariano Rajoy.

Los pasos que da el PDeCAT en ese sentido son muy tímidos, pero le permite presentarse como un partido que también sabe negociar si el PP hace gestos. Es muy posible que en esos acuerdos con el enemigo haya una voluntad de allanar el terreno de una nueva refundación si la operación referéndum, como parece, fracasa. Pero lo cierto es que están vendiendo muy bien tanto el reciente acuerdo entre el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el consejero de Interior, Jordi Jané, como otros entendimientos con los populares.

Desmarque del independentismo radical

A modo de anécdota ilustrativa, destacar que el diario La Vanguardia, desmarcada del independentismo radical, recibió hasta cuatro llamadas el pasado lunes por parte de dirigentes convergentes, empeñados en destacar la importancia de ese pacto sobre Mossos, así como anteriores ejemplos de que en el PDeCAT también hay altura de miras.

Y es que 18 meses de entrega al procés --ayer vencía el plazo que Junts pel Sí se había dado para lograr la independencia-- se han saldado con una imagen de absoluta inacción que un partido acostumbrado a gobernar como la nueva Convergència debía conjurar.

El pacto alcanzado entre esta formación y el PP sobre el conflicto de la estiba o el rechazo de los convergentes a votar a favor de la moción de censura presentada por Podemos contra el presidente Mariano Rajoy han sido convenientemente publicitados en los ámbitos nacionalistas.