Imagen del Palo Alto Market de Barcelona, organizado por la Fundación Palo Alto / CG

Imagen del Palo Alto Market de Barcelona, organizado por la Fundación Palo Alto / CG

Política

Ada Colau expulsa a la Fundación Palo Alto fuera de Poblenou

El Ayuntamiento de Barcelona asume la gestión de la mayoría del espacio artístico y cultural, echando a las empresas y artistas que lo levantaron durante 20 años

27 marzo, 2019 21:15

Ada Colau da una vuelta de tuerca en el conflicto quie mantiene con la Fundación Palo Alto que puede acabar con la entidad fuera de Poblenou. El gobierno municipal que comanda la munícipe de Barcelona en Comú (BComú) ha lanzado un concurso público para encontrar a un gestor para el espacio. La licitación reserva la gestión de la mayoría del recinto (un 55%) para el consistorio, lo que deja fuera la Fundación, que pedía paridad.

El Ejecutivo local ha publicado hoy los pliegos de concesión de la instalación después de que la última caducara en 2017 tras 20 años de gestión ininterrumpida. La Fundación mantenía abierto Palo Alto con arreglo a una autorización temporal. Esta situación cambiará ahora. El concurso para buscar a un gestor da 60 días para presentar propuestas. Los aspirantes a pilotar el espacio, no obstante, se deberán conformar con el 45% de la superficie, pues el Ayuntamiento se reserva el 55% restante para gestión directa. Abrirá esta área "al barrio y al distrito", según el gobierno local de Colau.

"Insuficiente"

Por su parte, del 45% que quede en manos de un concesionario privado, el 30% se destinará a empresas con raigambre o tractoras, como las apoda el propio consistorio. El otro 15% albergará una incubadora de proyectos empresariales del campo del diseño y la creación. Éstas lograrán un puesto en la aceleradora desde un proceso concursal. Con lo que respecta a la aportación económica, las bases fijan que la gestión a 15 años está condicionada a un canon del 35% de los ingresos.

Cabe recordar que estas condiciones echan a la Fundación Palo Alto. La entidad sin ánimo de lucro que presidió Javier Mariscal pedía tener poder de decisión en un 55% del espacio para consolidar "un proyecto creativo y artístico con 30 años de antigüedad". En el mismo sentido, la Fundación alertaba de que un endurecimiento de las condiciones pondría en la picota a las 33 empresas y 300 creativos que actualmente desempeñan su trabajo en el recinto. Si ello ocurría, no descartaba la entidad buscar otro emplazamiento para seguir con su labor de "difusión de la creación".

A bombo y platillo

Pese al posible desalojo de la Fundación, el Ayuntamiento de Barcelona ha vendido como un éxito la publicación de los pliegos de condiciones para gestionar Palo Alto. El recinto, una antigua fábrica de hiladura de lanas, se recuperó en 1997 mediante una concesión a cambio de rehabilitación a los nuevos inquilinos tras quedar desocupado años antes. Se fue llenando paulatinamente hasta albergar la treintena de firmas, incluido un restaurante, que lo dotan de vida en la actualidad. Su ocupante estrella es el Market, un ecléctico mercado de comida y arte que se celebraba una vez al mes en el que fuera un recinto fabril.

El gobierno municipal de BComú anunció el pasado año que "recuperaría la gestión pública" del equipamiento. Lo ha hecho finalmente desoyendo a la oposición y a las asociaciones de vecinos, que reivindicaban un proceso participativo para decidir los usos del espacio. También ha orillado las pretensiones de la Fundación, que pedía paridad en la gestión. El próximo Market está ya organizado y comercializado para el 6 de abril [ver aquí]. Queda por ver si será el último en este lugar.