Guerra en Ucrania, el misil coreano, el desesperante despropósito del Govern --me niego a hablar sobre estos narcisistas sin vergüenza; cuando se maten ya los enterraremos--, el auge de la violencia en Cataluña… Digamos que hay días que lo que apetece es quedarse en la cama. Pero, de vez en cuando, se abren claros en el cielo, aparte de los avances que a diario se producen en el ámbito de las enfermedades. Y este anuncio se produjo hace ya algunas jornadas, pero conviene mantenerlo vivo, no sea que caiga en el saco del olvido, como tantas otras cosas…: el fumar se va a acabar. Bueno, se va a restringir en los espacios públicos. Ya era hora. ¿Por qué siendo mayoría los antitabaco tenemos que soportar los vicios y los humos de una minoría? 

Se supone que Cataluña aprobará la ampliación de las zonas sin humo muy pronto y, entre otros lugares, se prohibirá el tabaco en las terrazas de los bares. Y lo celebro. Ya no es solo una cuestión de molestia, que también, sino de salud. Salud para los clientes que no fuman y salud para los trabajadores de la restauración. De todos modos, la medida anunciada por el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, genera división en el sector. La misma que generó la prohibición de fumar en el interior de estos locales y que iba a hundir la facturación de estos comercios. Mentira. Pero la cuestión es quejarse.

Los argumentos esgrimidos ahora son parecidos a los de antaño: las terrazas, en especial si hace frío, se quedarán vacías; la gente estará menos rato sentada y, por lo tanto, consumirá menos… y así tantas sandeces. Para empezar, aquel comensal que no pueda pasar un buen rato sin fumar quizás necesita ayuda profesional, si bien algo me dice que estos casos son escasos. Y segundo, lo que hay que hacer es acomodar las terrazas para que sean acogedoras haga sol o nieve. Es verdad que muchos restauradores invirtieron (tiraron) grandes cantidades de dinero para instalar zonas de fumadores con la ley antitabaco del 2006, pero este caso es diferente. Por lo tanto, solo queda felicitarse por esta noticia, esperar que se confirme y que el resto del país siga el ejemplo catalán.