Permitan que nos colguemos una medalla. Crónica Global, un medio nativo digital en fase de refundación, sin subvenciones públicas, emergente, crítico en un país de pensamiento y periodismo casi único, y a la vez riguroso y profesional, adelantó lo que parece el final parcial de este sainete del proceso: Cataluña tendrá un presidente florero.

Esa es la propuesta que Artur Mas ha lanzado a las CUP para que hoy le den su apoyo en la segunda sesión de investidura. Es la última bala que guardaba en la recámara para conseguir mantenerse en una presidencia de la Generalitat descafeinada y sin atribuciones ejecutivas. El poder, tal y como solicitaron los miembros de la formación radical, se repartiría de forma colegiada entre Oriol Junqueras, Raül Romeva y Neus Munté, en forma de vicepresidencias.

Nuestra narración, en la que se explicaba esta componenda, la leyeron los lectores el pasado día 3 de noviembre. Decíamos que Junqueras se ocuparía de una macroárea económica; Romeva de otra de carácter más operativo e internacional; y Munté de lo que serían los pilares del estado del Bienestar.

Hoy la CUP deberá mirarse en el espejo y decidir si invisten a un presidente sólo institucional. Si así fuera, el nuevo gobierno sería una auténtica olla de grillos formada por independientes, representantes de CDC y de ERC autovigilándose unos a otros como sucedió, con ingrato recuerdo, en los tiempos del tripartito.

Los cupaires tienen la posibilidad de determinar si tendremos elecciones anticipadas a comienzos de 2016 o si por el contrario Cataluña inicia un proceso político en el que inhabilitaciones y frenazos de todo tipo planean no ya como una posibilidad sino como una amenaza clara del Estado (hay 21 altos cargos advertidos).

El proceso independentista no tendrá el aval suficiente en las urnas, pero sí puede gozar de una inestabilidad institucional inaudita, un presidente florero y una inseguridad jurídica propia de una república, sí, pero bananera. Mas ya habrá cumplido todos los papeles posibles en su carrera política: de perdedor electoral, pasando por opositor habiendo ganado, líder de los recortes, falso business friendly a reina madre. ¡Enhorabuena a ese gran líder!