Con su renuencia a permitir la investidura de Mariano Rajoy, a Pedro Sánchez me lo están convirtiendo en el malo de la función. Reconozco que yo mismo escribí que más valía que se derrotara y dejara formar gobierno a Mariano, que para algo es el que sacó más votos en las últimas dos elecciones, y que su actitud de Doctor No en nada contribuye a la concordia, sobre todo porque no aporta ninguna alternativa verosímil a un nuevo gobierno del PP; pero en el fondo le entiendo y comparto los motivos de su descontento: nuestro Mariano es la viva imagen de la corrupción política y no apetece nada tenerlo de nuevo al mando de la nave.

¿Mangante en jefe o tonto de baba? Da lo mismo: ni un corrupto ni un bobo deberían presidir nada

Lo de Mariano es de cajón: o es el jefe de la banda de corruptos o no se enteró de nada, pero en uno y otro caso está negado para presidir una nación. ¿Mangante en jefe o tonto de baba? Da lo mismo: ni un corrupto ni un bobo deberían presidir nada, e incluyo aquí hasta a una comunidad de vecinos. En otros países la gente dimite por mucho menos. Hay quien ha presentado la dimisión por fusilar su tesis universitaria o por no pagar las multas de tráfico, pero eso se consideran aquí meras extravagancias de políticos pusilánimes que no son capaces de atornillarse al escaño, como sí ha hecho Madame Caloret, que debe ser la única senadora de occidente que solo se representa a sí misma (ya sugerí arrancar el escaño y llevárselo a casa, pero nadie me hace caso). En España, te pillan dirigiendo un partido que está de mierda hasta las cejas y tú dices que la cosa no va contigo y que ya pondrás orden un día de éstos, sobre todo si no echan fútbol por la tele ese bendito día. Además, los ciudadanos te votan a cascoporro porque, al parecer, les da igual que seas un corrupto o un merluzo que no se enteraba de nada. Y para acabar de rizar el rizo, tú adoptas una actitud displicente y holgazana, como si el cargo que ocupas te la pelara, aunque al mismo tiempo no haya quien te saque del sillón ni con aguarrás.

Yo es que a Mariano no le entiendo. Supongo que, si ha sido el más votado, habrá que dejarle hacer como que gobierna; pero también entiendo a Sánchez, otro que, como yo, no comprende cómo es posible que España esté presidida por semejante personaje. De ahí el impasse en que nos hallamos y que Mariano encaja con su habitual cachaza. Intuyo que el PSOE, para no empeorar más las cosas, daría luz verde a cualquiera del PP que no fuese Rajoy, cuya supervivencia política cada vez se parece más a la sodomía sin vaselina. Pero nuestro hombre quiere que lo apuremos hasta las heces, como si fuese un Vega Sicilia y no un tetrabrik de Don Simón. ¡Señor, danos paciencia!