Pensamiento

Una buena ocasión para tener un presidente catalán

7 marzo, 2016 00:00

Tras la fallida investidura de Pedro Sánchez todos los medios de comunicación se han lanzado a hacer conjeturas de lo que puede acontecer en el futuro. Si se pudiera apostar, la opción que hoy parece más probable es la de la repetición de las elecciones. No obstante, hay una coincidencia generalizada en que habrá que esperar a la evolución de las encuestas para saber si al final alguien cede y es posible evitar nuevas elecciones.

Hay una coincidencia generalizada en que habrá que esperar a la evolución de las encuestas para saber si al final alguien cede y es posible evitar nuevas elecciones

Si tras el 20D parecía que PP y Podemos serían los grandes beneficiarios de unos nuevos comicios, hoy las cosas no están tan claras. Las últimas encuestas conocidas sólo dan una mejora significativa a Ciudadanos. Pero, en una situación tan fluida, habrá que ver como evoluciona la intención de voto durante las próximas semanas.

Las alternativas posibles se han ido acotando. La receta de Pablo Iglesias --gobierno de coalición con el PSOE, con la abstención de nacionalistas-- es impracticable dado el pacto PSOE-Ciudadanos.

Sólo quedan dos sumas posibles: que Podemos ceda a la presión de los que desde la izquierda quieren echar a Rajoy como objetivo prioritario y preste sus votos en la investidura, o que se llegue a algún tipo de acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos.

La primera opción sólo será posible si las encuestas son ampliamente desfavorables a Podemos y sus confluencias. Iglesias sabe que tiene una organización nada consolidada y que un retroceso electoral le alejaría mucho de su sueño, no ya de gobernar, sino de sustituir al PSOE como primer partido de la izquierda. Sobre todo si esas nuevas elecciones abrieran la puerta a una mayoría absoluta PP-Ciudadanos.

La segunda opción tiene diversas formulaciones posibles que podemos sintetizar en tres. Un gobierno presidido por una persona de consenso con apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos, y con un programa de reformas pactado. La abstención del PP que permita un gobierno PSOE-Ciudadanos. O la abstención del PSOE a una alianza PP-Ciudadanos.

Entre quienes pensamos que España necesita reformas y pasar página, pero defendemos la economía social de mercado, la pertenencia a Europa, en definitiva, lo que se entiende por una democracia occidental, es lógico que apostemos por una solución que no facilite la desaparición de la socialdemocracia. No por defender a este partido sino por asegurar una mínima estabilidad del sistema.

Un gobierno presidido por una figura de consenso que afronte un programa de gobierno ambicioso, con reformas y medidas sociales, sería sin duda una opción que deberían valorar

En este sentido, son muchos los que dicen que el PSOE no puede llegar a ningún tipo de acuerdo con el PP, con o sin Rajoy, que no implique la presidencia del gobierno para Pedro Sanchez. Desde luego, el riesgo para el PSOE de ser devorado por Podemos existe. Pero no es inevitable.

Hace ya 35 años asistí a un curso de la Fundación Ebert en el que me explicaron que un gobierno entre fuerzas diferentes debe acabar con una confrontación entre ellas por un tema que permita a ambas reconciliarse con su electorado, recuperando el perfil perdido por las lógicas concesiones de todo gobierno de coalición.

Pues bien, un gobierno presidido por una figura de consenso --hay una amplia lista de nombres, incluidos algún catalán, lo que no estaría nada mal porque podría afrontar el desafío secesionista con mayor conocimiento y determinación-- que afronte un programa de gobierno ambicioso, con reformas y medidas sociales, y que acabe en dos años con una confrontación entre sus componentes por cuestiones que permitan marcar perfil propio a cada formación sería sin duda una opción que deberían valorar. Al PP le permitiría renovarse, y a Rivera y Sánchez afianzar su figura de gobernantes fiables.

Un gobierno de este tipo es mi preferencia personal y creo que el más viable dentro de las dificultades. Sobre todo si las previsiones económicas de los dos próximos años no se tuercen. Una agudización de la crisis económica sería una muy mala noticia para la estabilidad política en España y en toda Europa.

Y para terminar. Si hay elecciones ya que el pacto PSOE-Ciudadanos no tiene el apoyo de nadie, ¿por qué no --no se asusten-- una coalición electoral PSOE-Ciudadanos? Ya tienen un programa de gobierno que pueden seguir afinando y desarrollando. Y que decidan las urnas.