Quiero destacar tres noticias de la actualidad política que me parecen sorprendentes y relevantes.

Una.

Los políticos separatistas catalanes siguen con su paripé: no se soportan pero juegan a la política versallesca de cara a la galería. Sin embargo, no engañan a nadie. Ni siquiera a su parroquia.

Como pudimos comprobar este domingo en Barcelona, en la inauguración del Mobile World Congress (MWC), ninguna autoridad independentista recibió al rey Felipe VI ni al presidente español, Pedro Sánchez.

Son unos maleducados, que no dejan de avergonzarnos. Luego, ya sin periodistas, cenaron juntos y brindaron. Impresentable. Como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que también entró en el juego de Aragonès, aunque en este caso sea por republicana.

Dos.

El líder de ERC y jefe del president Pere Aragonès, Oriol Junqueras, aprovechó la invasión de Ucrania para asegurar a los medios de comunicación que Rusia y España son primos hermanos.

Acompañado del líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, Junqueras comparó la invasión rusa de Ucrania con la situación de Cataluña y el procés. En fin.

Y tres.

Pablo Iglesias y Unidas Podemos se manifiestan en la Puerta del Sol en contra de la OTAN, y no contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El mundo al revés.