La leyenda cuenta que Zeus y Hera discutían en el Olimpo sobre quién obtenía mayor placer en el amor, si el hombre o la mujer, y como no se ponían de acuerdo, decidieron consultar a Tiresias, que había experimentado ser de uno y otro sexo y, por tanto, sabía de primera mano cómo siente cada uno. Su respuesta fue clara, si el goce del amor se componía de diez partes, la mujer se quedaba con nueve y el hombre con una. Esta respuesta encolerizó a Hera al "desvelar" el secreto de las féminas y como castigo privó a Tiresias de la vista. En compensación, Zeus le otorgó el don de la profecía y una larga vida. No está mal.

Independientemente de quién disfruta más, hace poco conocíamos la propuesta de un concejal de la ciudad de Overtornea (Suecia), Per-Erik Muskos, para mejorar las relaciones personales de los trabajadores y aumentar la tasa de natalidad: una hora libre en la jornada para que los empleados puedan ir a casa y practicar sexo con su pareja. Considera el regidor que la actividad laboral, a pesar de que Suecia sea uno de los países en los que se trabaja menos horas de media, dificulta la intimidad. La propuesta no está exenta de agujeros, ya que el concejal ha reconocido que el jefe deberá confiar en que los trabajadores/as usen el tiempo establecido para la finalidad que ha sido otorgado, ya que es imposible comprobar si el sujeto ha "cumplido" satisfactoriamente o ha aprovechado esa hora libre para irse de compras, por ejemplo, o al gimnasio, que también libera endorfinas beneficiosas para el organismo.

Numerosos estudios científicos insisten en los beneficios que reporta la práctica habitual del sexo

Otros de los problemas que plantea es que "la hora del sexo" deberá ser la misma para la pareja, lo que para según qué profesiones puede ser un tanto difícil (policías, médicos de guardia, bomberos...) y por otra parte parece restarle espontaneidad al asunto. Tampoco ha concretado si la hora será semanal (parece lo más probable) o diaria. La propuesta debe votarse en primavera, buena estación por aquello de que se dice que altera la sangre.

El sexo, es saludable, proclama el concejal. Los científicos insisten en los beneficios que reporta. Numerosos estudios afirman que practicarlo una vez a la semana favorece la liberación de oxitocina, dormimos mejor y tenemos menos hambre, lo que ayuda a mantener el peso; dos veces a la semana, fortalece el sistema inmunológico; tres veces, beneficia al corazón; cuatro, rejuvenece la piel; cinco, mejora la actitud, el carácter y el humor; seis, mejora la capacidad intelectual y se generan nuevas neuronas, y siete, mejor calidad de esperma y más felicidad en general. Si todo esto es cierto, después de un tiempo siguiendo estas pautas, se acabaron las pastillas, las cremas, los tratamientos y los libros de autoayuda. Habrá que empezar a ajustar los relojes y buscar hueco en nuestros ajetreados días de tan solo veinticuatro horas.