Se acumulan los temas de actualidad relevantes que son susceptibles de mención.

Uno de ellos es la encuesta electoral de cara a las municipales de 2023 por Barcelona que apunta que la alcaldesa Ada Colau no repetirá en el cargo porque los barceloneses no la quieren. Parece que los socialistas y ERC se disputarán la victoria en los once meses que falta para las elecciones.

Cada vez quedan menos dudas de que Ciudadanos está políticamente muerto. Y lo está porque lo ha matado su fundador, Albert Rivera, el Breve. El relevo de Inés Arrimadas fue un espejismo. Al principio, generó ilusión, pero finalmente se ha venido abajo, tal y como se ha visto en las elecciones en Andalucía, y antes en Castilla y León. No hay nada que hacer.

Esta semana, Madrid ha sido la capital del mundo occidental gracias a la cumbre de la OTAN. Un cónclave que fue convocado antes de la invasión de Ucrania por parte de Putin y que coincide con el 40º aniversario de la entrada de España en la alianza atlántica (ratificada con un referéndum cuatro años después, en 1986) promovida por el socialista Felipe González, no por su predecesor, Adolfo Suárez. Recuerden el giro del PSOE de la época, que pasó del "OTAN, de entrada no" al "Vota sí".

El actual presidente del Gobierno y del PSOE, Pedro Sánchez, el Guapo, ha aliviado la tensión separatista en Cataluña, que era el principal problema político español. De hecho, el desafío independentista despertó el nacionalismo español de Vox y empujó a que se exhibiesen cientos de miles de banderas nacionales en todo el país. El separatismo despertó el nacionalismo hispano encarnado en el líder Santiago Abascal.

La conquista de la Moncloa por parte del PP y de Vox dentro de año y medio es lo que le gustaría a los independentistas catalanes y vascos. Pero es un sueño imposible... y lo saben.