El estancamiento de los salarios en España abarca ya un periodo de seis años, siendo éste un factor básico del incremento de competitividad conseguido gracias al cual ha sido posible la recuperación de la economía española. A esta conclusión cabe llegar tras la publicación de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) correspondiente al segundo trimestre de 2016, al no variar la tasa prácticamente (-0,1%) con respecto al mismo periodo del año pasado.

Hasta el presidente del BCE se ha visto en la obligación de alzar su voz ante el Parlamento Europeo para recordar que es el momento de que los salarios suban en Europa: "Llevan mucho tiempo creciendo por debajo de la productividad". Para Draghi, este aumento en las remuneraciones es vital para que la inflación se acerque al 2% --objetivo del BCE-- ya que, en su opinión, el "débil" incremento de los salarios, así como las caídas del precio del petróleo, son los principales motivos por los que inflación anual no supere el 0,2% este año.

Con esta moderación salarial el incremento del consumo interno experimentado en España resulta más bien raquítico

En ausencia de inflación, en negativo desde agosto de 2014, salvo un pequeño repunte en diciembre de 2015 y el último dato conocido, el margen de beneficio empresarial en la economía española se ha hecho dependiente de la contención salarial, dada la escasa aportación de la productividad a la moderación del Coste Laboral Unitario (CLU).

Desde el año 2013, el CLU nominal viene experimentando un descenso medio del 0,2% interanual. La evolución de los salarios explica una reducción de 0,5 puntos porcentuales de esta variación, mientras el comportamiento de la productividad ha contribuido a incrementar el CLU en 0,7 puntos porcentuales.

La contención del CLU de la economía española en los últimos años ha venido acompañada de una moderación menos sostenida en las principales economías de nuestro entorno (o un incremento, como en el caso de Francia). Como consecuencia, las ganancias de competitividad en el contexto internacional han sido notables.

Así las cosas y por encima de cualquier otra consideración, con esta moderación salarial el incremento del consumo interno experimentado en España resulta más bien raquítico, como heroico resulta que la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro en España se situara en 2015 en el 9,4% de su renta disponible, dos décimas menos que en 2014.

El panorama no anima al optimismo en el país ya que, además de los datos salariales, en España vive uno de cada cuatro parados que hay en la Eurozona

El panorama no anima al optimismo en el país ya que, además de los datos salariales, en España vive uno de cada cuatro parados que hay en la Eurozona; Cáritas atendió en el año 2015 a casi dos millones de personas en España; uno de cada cinco hogares españoles están en una situación límite, según el INE; mas del 22% de la población está en riesgo de pobreza y vive con menos de 8.011 euros al año y la tasa de riesgo de pobreza entre los mayores de 65 años se sitúa en el 12,3%.

Post-it

Alberto Garzón, líder de IU, publicaba en su blog en 2011 la siguiente definición de Costes Laborales Unitarios: coste salarial medio que cuesta producir una unidad de producto. Es un indicador utilizado habitualmente para medir la competitividad de una economía, y su subida es utilizada por los liberales como un ejemplo de la necesidad de bajar los salarios como medio para ganar competitividad. Si alguna vez vemos a un liberal argumentar así, lo primero que hay que hacer es preguntarle: ¿de qué tipos de coste laboral unitario estamos hablando?

En la presentación de su blog, Garzón reniega de un "sistema económico como el capitalista cuyos fundamentos he estudiado y en los cuales reconozco gran parte de la responsabilidad de las penurias que sufre la humanidad hoy en día".