Roca Corporación, fabricante de lavabos y otros artilugios para el baño, es la compañía catalana de capital familiar que más empleados alberga en sus plantillas, con nada que menos 23.500. A la vez, es fama y razón que suele retribuir a su cuerpo de accionistas con esplendidez.

Solo el año pasado, las frondosas ramas de la saga Roca integradas por un centenar largo de miembros, recibieron dividendos por importe de 25,9 millones, tres más que el ejercicio anterior.

Con tal cantidad, el dineral que se han embolsado en los últimos treinta ejercicios por dicho concepto se eleva a la apabullante suma de 450 millones.

La estirpe Roca practica de antiguo una discreción extrema. Cada año, desde tiempos inmemoriales, repite la misma ceremonia. Hacia el mes de junio, la parentela se reúne en un local del grupo en Barcelona, para celebrar la junta general. La convención aprueba las cuentas por unanimidad, fija el cupo que se distribuirá a los socios... y hasta el año próximo.

El balance de 2021 alcanza magnitudes exuberantes. Las ventas subieron un 22% y se auparon hasta 2.052 millones, récord en los anales de la firma.

Gracias a tal impulso, los beneficios crecieron de forma estratosférica. Se triplicaron de 60 a 178 millones, con un flujo de caja de más de 300 millones.

ROCA EN CIFRAS (en millones de €)
Año Ventas Beneficio
2021 2.052 178
2020 1.680 60
2019 1.860 68
2018 1.775 95
2017 1.800 82
2016 1.710 126
2015 1.720 83
2014 1.645 52
2013 1.570 52

El grupo posee la friolera de 84 fábricas y vende sus artículos en 170 países. La cartera del conglomerado incluye una treintena de marcas, en buena parte adquiridas a golpe de talonario. De todas ellas, Roca es la de más relumbre.  

El consejo de administración está presidido desde mediados de 2021 por Santiago de Gomar Roca, que sustituyó a Javier Roca Hernández. Le acompañan como vicepresidentes José María Roca Hernández y Georgina Barangé Roca. Son vocales Ramón Casals RocaGabriel Pich-Aguilera RocaSilvana Velasco RocaMaría Guayente Sanmartín GabásVíctor García de Gomar Juan Carlos Brugué Juliá.

Los orígenes de este coloso industrial se remontan a 1917, cuando los hermanos MatíasMartínÁngeles y José Roca erigen en Gavà un taller para manufacturar radiadores y pequeñas calderas de hierro fundido.

Poco antes de la Guerra Civil española, abordan la producción de porcelana vitrificada, de la mano de American Standard, de EEUU, a la que ceden el 51% del capital.

Terminada la contienda, los Roca recobran la totalidad de las acciones. Años después, Standard vuelve a incorporarse, esta vez con un módico 20%. Por fin, en 1977, Standard liquida su participación, que pasa a pertenecer por mitad a Banco Atlántico y Banco Industrial de Cataluña.

Roca luce en su historia secular un hecho insólito: fue expropiada por el Gobierno dos veces. Una acontece en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, cuando la República se incauta manu militari de su planta de Gavà para dedicarla a elaborar obuses. Y la otra en 1983, cuando el ministro socialista Miguel Boyer confisca Rumasa, y con ella su inmenso panal de subsidiarias y participadas.

La holding de José María Ruiz Mateos solía incluir en sus memorias, como una filial suya, a Roca. Se basaba para ello en el paquete minoritario de títulos obrante en poder de uno de los bancos de su constelación, el Atlántico, con sede en el rascacielos de Balmes/Diagonal.

Con las prisas, el chapucero decreto de Boyer incluyó a Roca en la lista de empresas requisadas. Los altos directivos de la entidad volaron precipitadamente a Madrid para enmendar el entuerto. Pocas horas después, el Boletín Oficial, por medio de la sobada corrección de erratas, borraba del decomiso tanto al gigante catalán  como a alguna otra sociedad que se hallaba en situación parecida.

Ya va transcurrido más de un siglo del nacimiento del grupo Roca. Hoy atesora un patrimonio de 1.530 millones y está más robusto que nunca. Los afortunados descendientes del cuarteto de pioneros festejan año tras año esa feliz realidad, mediante el ritual acuerdo de traspasar a sus faltriqueras particulares una módica porción de los jugosos excedentes que la compañía genera sin pausa ni cansancio.