Se ha abierto el Congreso. ¿Estaba cerrado? Como si lo estuviese. Se abrió para representar otra obra de teatro. Y mire usted que está el Teatro La Zarzuela pegado al mismo, justo por detrás. Pues no hay manera. Ahora los artistas quieren representar sus obras en el Congreso. ¿Causa? No se sabe. Será por auto-propaganda. Echan discursos eternos sin nadie que los corte. O para entretenerse. Como no tiene funciones específicas pues se entretiene haciendo teatro. Una función era, en tiempos remotos, negociar, por parte de la presidencia, los jueces que iban a formar parte del Consejo general del Poder Judicial (CGPJ). Ahora ya no. Negocia el ministro de Justicia, o sea, el poder ejecutivo. Lo dijo el presidente Sánchez “quien lidera la negociación es el ministro de Justicia”. Tomen nota. Las presidencias del Congreso y del Senado son figurantes.

Pues como el Congreso ya no sirve para casi nada se ha abierto esta semana. Moción de Censura. ¿Y eso qué es? Una obrita de teatro de segunda mano. Vox contra PSOE. Abascal contra Sánchez. Bueno, se suponía que era así. Pero la realidad es que ha sido Abascal contra Casado. O sea, Vox contra PP. Que quiere llevarse a los votantes del PP. O quería. Porque aburrió a los muertos. Empezó Abascal, líder del partido Vox, su discurso y todavía no sabemos si habrá terminado. ¡Madre mía, qué pesadez! Se han aburrido incluso los suyos. Así que ha perdido muchos votantes de los suyos. Por aburrimiento. Se creía que estaba pronunciando su discurso de investidura. No, señor Abascal. Primero hay que ganar unas elecciones. Con mayoría. O pactar para lograr mayoría y luego que lo propongan como aspirante a presidente. Después su discurso. Pero mientras no se ganan elecciones no hay discurso de investidura. Guarde usted su discurso. Lo que pretendía, arrinconar al Partido Popular, no lo ha conseguido. Ha beneficiado a Sánchez, quien debiera ser el muerto político por su gestión de la pandemia, la cual ha superado el millón de contagios.

¿Llegará Abascal al Palacio de la Moncloa? Nadie lo sabe. La política es impredecible. Pero mientras esté Sánchez va a ser difícil pues aspira a estar ahí hasta el día del juicio final. Aunque el futuro es incierto, se nota cada día en la política, las encuestas dicen que Vox sigue como está. Ni Sánchez se hunde, a pesar de las crisis de España, ni Casado se dispara, a pesar de la epidemia, la recesión económica y los pactos del presidente con los independentistas y con los podemitas. O sea, señor Abascal, seguirá donde estaba, a pesar de su insufrible discurso. A la Moncloa sólo irá de visita, y si le invitan. Total, se ha quedado donde estaba. Con sólo sus votos. A pesar de romper cientos de pantallas de televisión. ¡Qué sufrimiento! Explotó la televisión propia, a la hora reventó la del vecino de al lado, a las cinco horas la del otro vecino de arriba, y el discurso no terminaba. ¡Más no, por favor!, se oía por el patio interior del edificio.

Renegar de la Unión Europea no parece lo más adecuado en este momento, cuando España se recrea en el populismo y necesita de su rescate económico. Y traer al Congreso la lista de muertos, con todo el respeto para los mismos ya que se acerca su día señalado del dos de noviembre, no parece lo más necesario para el país. Ni un proyecto de futuro. El futuro se gana con los vivos.  Por cierto, ya hemos visto los votos conseguidos y los votos del PP. Que han sido negativos a la moción de censura. Ya hace días lo tenían decidido. Y todos a obedecer, incluida Cayetana. Pena. Que los diputados no tengan libertad de voto clama a todos los cielos y es una cadena más de este sistema pseudo-democrático. El diputado depende de los ciudadanos que le votaron, no de las siglas del partido de turno. Así nos va. Así vamos. Todos a obedecer al líder del partido, aunque sea el más inútil.

“Permítame, su señoría, que me sonroje en su lugar” como Azaña replicó a Lerroux. Nos sonrojamos todos los ciudadanos escuchando los discursos parlamentarios. Ya se incluyen los trapos personales y se omiten los problemas de los ciudadanos. Una decepción de discursos en la moción de censura con la excepción, por una vez, del discurso del líder del PP, Pablo Casado. ¿Quién se lo hizo? Da igual. Ha sido interesante. Empieza a ser aspirante a ganar las elecciones próximas. Al igual que el discurso del portavoz del PNV, Aitor Esteban, que en un minuto mostró ser el más inteligente. “No contribuir a la patochada”, dijo Esteban. Pero llegó Iglesias para recuperar las patochadas y el enfrentamiento. Otra oportunidad de estar callado que ha perdido Iglesias.

Tras el final de esta obrilla de teatro, la calle Zorrilla --posterior al Congreso--, se llena de rumores. Pedro está más fuerte. Ahora busca tener Presupuestos para asegurarse el poder. Con lo Presupuestos amarrados y aprobados se espera una fuerte crisis de Gobierno. Hay mucho ministro inútil. Otros que no pintan nada y otros que sobran. Crisis de Gobierno. Se da por segura. También se ‘deja caer’ desde el entorno de Moncloa que antes de verano vamos a elecciones. ¡Anda! No quito una letra. Se baraja convocar elecciones anticipadas antes de verano. No le afectaría todavía el hundimiento económico y le beneficiaría los embrollos judiciales de su socio Iglesias. Desencanto en Podemos, votos para Pedro. Se rompe el matrimonio. Y recordamos que Sánchez ‘ni olvida ni perdona’. El ‘sorpasso’ de Iglesias al PSOE lo tiene muy gravado. Ni quito, ni pongo. Queda dicho lo que dicen. ¿Será verdad? Una de las dos cosas va a pasar. O las dos. En este teatro puede suceder de todo. Atentos.