¿Ya está llegando la crisis a España? No. Ya está aquí. En la calle, en las casas y en las tiendas y supermercados. ¿Cómo se nota? En el consumo. En España se nota cualquier crisis en el nivel del consumo. Y hoy el consumo ha caído. Mucho. A niveles de la anterior recesión. Lo dicen los bares, los restaurantes, las tiendas, los mercados, los supermercados, etc. Todos los responsables dicen lo mismo: ha caído el consumo. No se gasta. Otra vez ha llegado la noche para la economía española. Y para más decepción, la política está ajena al deterioro económico. Con Cataluña, Franco y las elecciones tienen bastante. ¡Qué horror!

Nadie habla de economía. Nadie habla de crisis. De recesión, menos. Este otoño de 2019 es calcado al otoño de 2007. Ya está aquí la crisis, como estaba en otoño de hace una docena de años. Entonces Zapatero y los grandes empresarios se ocuparon de taparla con vista a las elecciones de la primavera del 2008, y hoy ocurre lo mismo. El Gobierno tapa la crisis mirando a las elecciones del 10 de noviembre. Y los líderes de los partidos buscan el voto en vez de pregonar la realidad económica del país. Nadie la menciona. La pelea es todos contra todos, pero de economía no se habla. La crisis ni se menciona. Lo importante para ellos, los políticos, es conseguir el sillón.

Pero nunca el silencio es total. Siempre queda alguien serio. Y el pasado martes fue el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien levantó la voz. Fue en un encuentro económico organizado por la Mutualidad de la Abogacía, donde aludió a la desaceleración de la economía global, sobre todo en el área del euro, donde se encuentra España. Destacó la recesión a la baja de las proyecciones macroeconómicas y el balance de riesgos como resultado de las incertidumbres geopolíticas, las tensiones comerciales y el Brexit. Añadió que España se siente doblemente afectada, tanto por los disturbios en Cataluña como por la parálisis política ocasionada por la falta de acuerdos entre los partidos. El Banco de España pone el foco en la disminución del consumo, tanto en las empresas como en las familias. Hay que añadir que ya la EPA, en días pasados, reflejó un deterioro de la actividad económica mucho más pronunciado de lo previsible.

Parece que la crisis se toca en España, como bien dice el Gobernador. Pero aparecen otros políticos, como el vicepresidente del Govern de Cataluña, Pere Aragonès, y vende que el PIB de Cataluña se ha incrementado el doble que el PIB de la eurozona; que las exportaciones de Cataluña han batido el récord al incrementarse un 5,3% y que el paro ha descendido. Así lo ha largado el vicepresidente. Con barricadas o sin ellas, Cataluña bate récords. Lo que hay que oír a primera hora de la mañana. Porque otros datos aseguran que de Cataluña se han fugado 4.000 empresas perdiendo un negocio de 100.000 millones de euros. ¡Cómo largan los políticos! Y qué poco les importan los ciudadanos y sus problemas económicos.

Porque la crisis ya está aquí. Y el problema no es solo de España. Afecta a toda la Unión Europea, por lo menos. Pero este es nuestro círculo. Y lo dice la encuesta del Banco Central Europeo (BCE). Las expectativas de crecimiento del PIB de la zona euro para los años 2019, 2020 y 2021 son del 1,1%, 1% y 1,3%, respectivamente. Revisión a la baja respecto a la anterior. Y sobre todo para el próximo año 2020. No es una caída en picado, es una caída continuada, predecible, lo que facilitaría la adopción de medidas. Pero el país está abandonado. No hay Gobierno desde hace muchos meses, y ahora sólo piensan los políticos en asegurarse su sillón. Al país, que lo zurzan. Da igual el color. Y lo terrible es que quien primero paga la crisis son los más vulnerables de la sociedad. Los más necesitados.

Los que más dependen de los servicios públicos porque sus rentas son muy bajas. Sobre todo en Educación y Sanidad. Pero al poder le da igual. Hoy sólo quieren sus votos. Mañana, que se busquen la vida. Eso deben pensar los políticos. Algunos buscan crecer y van a echar de menos los resultados del pasado 28 de abril. Se equivocó Sánchez por querer el mismo 28A otras elecciones. Se equivocó Rivera por no negociar un Gobierno de mayoría con el PSOE. Tres vidas se va a arrepentir.

No se sabe qué es peor, si la pasividad de los gobernantes, los “brotes verdes” de Zapatero o la maldición del "España va bien", que tanto gritó Aznar. Con la música de España “va muy bien pa’ los de siempre, pal’ banquero, pal’ alcalde y para nuestro presidente”. Puede que empiece a ir mal para todos. Porque no ven, o no les interesa ver, que la recesión ya está aquí.