Hoy diré lo que quiero que suceda en esta ‘tormenta perfecta’ que nos abate por cuestiones de toda índole personal, ambiental y política. Hoy no llueve como ayer, ha salido el sol para despistar, pero quiero hablar de la “tormenta perfecta” que desde hace años nos abruma. Y es que hace cuarenta y dos años que se firmaron los mitificados ‘Pactos de la Moncloa’ que ahora reclama con nostalgia el presidente de Gobierno Pedro Sánchez, entonces un niño de seis años. Sánchez en ese momento creía en los Reyes Magos, yo tenía veintiún años y estaba metido en el fragor de la política activa que desde la adolescencia mi generación más inquieta vivía con la intensidad de un Real Madrid-Barça.

La Transición la recuerdo porque soy hijo de ella, de aquel momento y de aquella situación. El presidente Adolfo Suárez y el tándem que constituyó junto al Rey Juan Carlos, que nos ha decepcionado a todos, proyectó la reforma económica, que se dejó en manos del ministro de Economía, el profesor Fuentes Quintana, con una inflación del 20%, desbocada desde la crisis del petróleo de 1973.

Tanto han cambiado los tiempos, que en 1977 Jordi Pujol, --le faltaban tres años para ser president de la Generalitat--, le firmó en blanco a Suárez los Pactos de la Moncloa cuando era presidente de Banca Catalana. Pero vuelvo al presente para explicar lo que quiero que pase.

Hace unas semanas explicaba que en España no se iba a producir una Gran Coalición como en Alemania entre la socialdemocracia y la democracia cristiana, porque ese Estado no había tenido una guerra civil, sino que Hitler había perseguido a los dos en el fuego del nacionalismo pardo.

Nada que ver con la guerra de nuestros abuelos, los nuestros que fueron los hijos de la guerra, los que ahora están cayendo por el maldito virus.

España y el mundo Occidental se derrumba económicamente porque es probable que se produzca otra destrucción económica como la de 1945, cuando Europa necesitó de Estados Unidos para aprobar el Plan Marshall, que hizo posible el milagro de la reconstrucción de Europa.

Alemania es la potencia económica europea, ahora que se ha ido el Reino Unido, y acabará aceptando los eurobonos o Coronabonos --en TV3 a la pandemia actual la llama ‘Coronavirus’, corona en color blanco, y el virus en color amarillo, el lazo de los presos, el resto de televisiones lo ponen en negro--, que le piden Francia, España e Italia, y estoy seguro de que Alemania lo aceptará porque es un país pragmático y no le interesa perjudicar a sus socios y clientes. 

De eso estoy seguro, y también lo estoy de que el PP de Rajoy pactaría con el PSOE de Sánchez, pero la desgracia es que el PP es el de Casado, y ese es uno de los problemas de España, no el único pero uno más.