Si fuéramos un país soberano, los números serían mejores”, dijo Jaume Giró al presentar los Presupuestos de la Generalitat para 2022. El conseller de Economía parece que tiene que demostrar cada día que es independentista. Pero la afirmación cuadra mal con el hecho de que el aumento del gasto se deba especialmente a los fondos europeos Next Generation, que gestiona el Gobierno español; al crecimiento de la recaudación por los impuestos cedidos por el Estado; y a la subida del impuesto de sucesiones y donaciones propiciada por la ley española contra el fraude fiscal aprobada en julio, que reforma la valoración de los inmuebles, al pasar del valor real a un valor de referencia, lo que se traducirá en un aumento de entre el 20% y el 30% de esos impuestos.

Las cifras de los Presupuestos con ciertamente históricas. El gasto se eleva a 38.139 millones de euros, el mayor de la historia, con un aumento de 5.618 millones sobre las cifras de 2020 (un 17,3% más). Es el mayor incremento anualizado en valores absolutos y el porcentaje de aumento anual más elevado desde 2007, antes de la crisis económica de la Gran Recesión. De ese incremento del gasto, 2.142 millones corresponden a los fondos europeos, casi un 40%. “No son los mejores Presupuestos que podríamos tener, pero sí los mejores que podemos tener ahora. Son los mejores Presupuestos de la historia”, insistió Giró.

En cifras de récord, destaca también la inversión pública por un total de 3.951 millones, casi el doble que en 2021. Hay que remontarse más de una década, hasta 2010, para hallar unos niveles de inversión similares, unas cifras que después se paralizaron y se estabilizaron a la baja en los últimos nueve años. Es relevante también la aportación a la Consejería de Salud, 900 millones de incremento, más otros 500 millones para la gestión del Covid-19 ante la probabilidad de que el Gobierno central no prorrogue los fondos destinados a las autonomías para luchar contra la pandemia.

Los números son contundentes, pero los presupuestos no tienen aún la aprobación asegurada. El socio preferente del Govern, la CUP, se inclina más bien por presentar una enmienda a la totalidad porque entiende que no se cumplen los compromisos del pacto de investidura de Pere Aragonès. Este fin de semana se someterá a las bases la posibilidad de la enmienda y el lunes los militantes votarán de forma telemática.

En sanidad, por ejemplo, ha aumentado la inversión en atención primaria del 12% al 17%, pero la CUP exige un 25%, como se pactó en la investidura. Tampoco aceptan la cifra destinada a vivienda, 749 millones, para la que reclaman 1.000 millones. Otras discrepancias con la CUP se refieren a los grandes proyectos --el Hard Rock y los Juegos Olímpicos de Invierno--; al estudio de una renta universal de ciudadanía, al que se destinan solo cuatro millones, o a la creación de una compañía energética pública, a la que apenas se dedican 500.000 euros.

Para intentar atraer el apoyo de la CUP, el Govern ha hecho una nueva oferta a los anticapitalistas, en la que se incluyen cuestiones que no dependen exclusivamente de los Presupuestos. Por ejemplo, la intervención de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra en los desahucios, que el Govern ofrece que solo actúen como último recurso mientras que la CUP no quiere que lo hagan nunca.

Otro punto de la oferta afecta a la educación, con la rebaja de ratios progresiva en los ciclos de infantil y primaria, con la pretensión de pasar de 25 a 20 alumnos por aula, lo que significaría que el curso 2022-2023 debería empezar con 1.545 nuevos profesores, un incremento de 56,8 millones. También se propone la posibilidad de internalizar el número de emergencias 112, además de la internalización del 061.

El proyecto de Presupuestos no prevé el aumento de los impuestos, como pide la CUP, pero en la última oferta a los antisistema el Govern plantea impulsar, antes del final de 2022, los impuestos pendientes de desarrollar de la ley del cambio climático y que desde ahora mismo se pondrá en marcha el impuesto a las emisiones de óxido de nitrógeno emitidas por los grandes cruceros que llegan a Barcelona.

La CUP no se da por satisfecha con la nueva oferta, aunque aprecia “algunos adelantos interesantes” por lo que sus dos organizaciones principales, Endavant y Poble Lliure, siguen inclinadas hacia la enmienda a la totalidad, que deberán decidir los militantes. Para el caso de que la CUP rechace las cuentas, Giró declaró que los Presupuestos “son tan buenos que estoy seguro de que habrá fuerzas que se abstendrán”, en referencia al PSC y los comuns. Afirmación que no ha gustado nada a la CUP y parece que la ha decantado aún más hacia el no.