Este artículo es la continuación de La naturaleza de Leviatán colgado en mi Carta del Domingo en la Revista Digital del Vallès y otros dos medios digitales catalanes. Es la segunda parte, pero quiero explicar cómo surgió, porque fue de repente, de improviso.

El subconsciente tiene unos secretos que sorprenden al consciente.

Todas las tardes las dedico a escribir hasta que llega la noche, que llega en un suspiro. Estoy escribiendo un libro de homenaje a Josep Pla.

Estaba absorto en un capítulo de literatura comparando al escritor ampurdanés con el vasco Pío Baroja y el barcelonés Josep Maria de Segarra cuando me atacó el El lobo estepario de Herman Hesse y de un solo bocado devoró a Pla, Baroja y Segarra. Me dejé seducir por su hambre. Cuando llegué al punto final, si fumara, hubiera lanzado satisfecho unas volutas al aire, como si fuera un orgasmo. La pasión se adueñó de mí y me rendí.

No se han enterado de que el envite planteado no lo pueden ganar porque el Gobierno no se hará el harakiri, ni quiere ni puede, ya que si quisiera y pudiera España entera montaría un Dos de Mayo

Lo más curioso es que al día siguiente, concretamente a las dos de la madrugada, reapareció de las profundidades de la mente El lobo estepario de la tarde anterior con hambre atrasada y me robó una hora de sueño para escribir en mi mente este artículo.

Jorge Luis Borges, cuando por la noche le asaltaban las musas (noches y musas combinan tan bien como un gin-tonic en la sobremesa), encendía la lamparita de noche y anotaba lo que le había revelado el sueño. Tenía una memoria prodigiosa. Yo no la tengo, pero no la anoto porque sé que, a la mañana siguiente, cuando empiece a escribir, me llegará lo que alguien escribió en mi mente, y es lo que ahora estoy haciendo, escribiendo con frenesí y de corrido para que no se me pierda un coma.

Si no han tenido a bien leer La naturaleza de Leviatán les encarezco que lo hagan, si quieren disfrutar como yo, porque los independitis están en la inopia. No se han enterado de que el envite planteado no lo pueden ganar porque el Gobierno no se hará el harakiri, ni quiere ni puede, ya que si quisiera y pudiera España entera montaría un Dos de Mayo.

El pueblo los colgaría del mástil más alto que existe en Europa, en la plaza Colón de Madrid, para escarnio general.

Hace más de cuatro siglos Hobbes defendió en su Leviatán que la supervivencia es el primer instinto de los animales, irracionales y las personas

Los indepes están escandalizados por el documental Las cloacas de Interior programado por la Nostra en el envite al Estado.

Pongamos que todo lo dicho sea cierto, que es mucho suponer. Igual que hace cuatro años el Rey salió en defensa de la Constitución y escandalizó a los separatas porque viven en un mundo paralelo y consideraban que el Rey tenía la obligación de ser neutral. El Rey no es, ni puede ser, neutral en algo tan sensible. Escandalizarse por ello es una impostura más de los separatas.

No lo hizo sólo en defensa de su monarquía. El presidente de la III República también lo habría hecho, como lo hizo Niceto Alcalá Zamora en otro octubre, el de 1934, porque hace más de cuatro siglos Hobbes defendió en su Leviatán que la supervivencia es el primer instinto de los animales, irracionales y las personas.

Los estados utilizan sus armas, también las menos éticas. Está en juego la supervivencia. No existe nada más importante que la vida.