Mentideros de Madrid

En el Madrid de los Austrias existían los mentideros, especie de gacetilla que informaba de las noticias de la Villa y Corte, estos se hicieron famosos por la poesía anónima sobre la muerte del Conde de Villamediana, y empezaban así: "Mentideros de Madrid, decidme quien mató al conde".

Mientras pasa todo esto, al pueblo se le mantiene entretenido con marionetas y titiriteros, algo muy del siglo XVII

Si existiesen hoy, más que una gacetilla serían una enciclopedia voluminosa, ya que Madrid genera más información de la que se puede digerir; aunque en primera plana iría la no dimisión de Esperanza Aguirre. Digo no dimisión porque a nadie se le escapa que es simplemente un paso al lado ante el bochorno de la corrupción que azota al PP de Madrid durante su mandato. Pero ya vemos cómo no deja su acta de concejal del Ayuntamiento y amenaza con seguir diciendo lo que piensa. Esto no sé si es más peligroso para la actual alcaldesa o para Mariano Rajoy; intuyo que más bien para el segundo.

Aguirre, con su dimisión, lo que pretende es indicar un camino a Rajoy: si yo dimito por no enterarme, igual debes hacer tú, es lo que se entiende sotto voce de las palabras de la lideresa. Pero Rajoy, impasible el ademán, hace como el que oye llover, "conmigo no va", y ahí sigue empeñado en ser presidente del Gobierno si falla Sánchez, porque ha ganado las elecciones, aunque casi nadie quiere pactar con él.

Mientras pasa todo esto, al pueblo se le mantiene entretenido con marionetas y titiriteros, algo muy del siglo XVII. Que ya se sabe que hay que distraer y divertir al personal, no sea que entre en depresión, o igual se dé cuenta de que es una marioneta más del teatrillo en lugar de espectador de la función. Entre medias, desfile de imputados de Valencia y Madrid y la comedia dell'arte de los pactos.

Volviendo a la poesía antes citada, terminaba de esta guisa: "La verdad del caso ha sido que el asesino fue Bellido y el impulso soberano". Otro día más.