Noticia bomba: Artur Mas acaba de darle por el culo (quiero creer que a nivel metafórico) a Justo Molinero. O eso asegura el popular empresario audiovisual, al que le acaban de retirar la frecuencia por la que emitía su canal Radio Tele Taxi para dársela a otro. Según el Gobierno autónomo, estamos ante una decisión judicial en la que ni pincha ni corta, pero eso no se lo cree nadie que sepa cómo otorga las licencias la Generalitat desde los tiempos de Pujol: a dedo y pasándose por el arco de triunfo lo que haga falta. Así se le concedió su canal de televisión a El Punt Avui y así ha medrado desde siempre 'Mikimoto'. O el propio Justo Molinero, el Charnego Agradecido por excelencia, a quien ahora se le basurean los servicios prestados y se le deja en la estacada.

Justo Molinero no es el más despreciable de todos los paniaguados del Régimen. Siendo un tipo espabilado, vio que se podía pillar cacho a costa de los emigrantes andaluces y de los nacionalistas catalanes a la vez. O sea, que de tonto no tiene un pelo. Pujol siempre lo tuvo en alta estima como intérprete entre la nación catalana y la charnegada, cuyos votos codiciaba. Mas no debe de tenerle tanto aprecio, tal vez porque la figura del Charnego Agradecido ha sido reemplazada por la del Charnego Amaestrado, que tan bien representan Eduardo Reyes, Gabriel Rufián y demás lumbreras de Súmate. ¿De ahí el comentario grosero de Justo? Gráfico lo es, sin duda alguna, aunque carece de la épica sodomita que introdujo Carmen de Mairena en su célebre eslogan, "Artur Mas, te voy a dar por detrás". Justo suena lastimero, como alguien que ha cumplido su parte del trato y ve cómo el socio de sus trapisondas, no.

Personalmente, entre Reyes y Molinero me quedo con el segundo. En mis zapeos televisivos, siempre me pillaba en algún momento la magia de Radio Tele Taxi, ya fuese con las apariciones de Camarón o María Jiménez o con el descubrimiento, que no dudo en calificar de epifanía, de la gran Diana Navarro, una mujer que me quita el sentío como cantante y como hembra de la especie. Justo siempre ha sido un arribista, de acuerdo, pero al menos me proporcionaba algunas alegrías que nunca me darán Reyes y Rufián. Estos dos colaboracionistas, francamente, solo dan el coñazo.