Pensamiento

Los Pujol que no cesan...

7 mayo, 2016 00:00

Ante la continuada inestabilidad política de los últimos meses y la permanente corrupción del PP, pasan desapercibidos los avances procesales en la causa contra la familia Pujol en el Juzgado Central número 5. Sin embargo, la instrucción, las pruebas obtenidas y las medidas procesales contra Jordi Pujol Jr y Mercè Gironés han recibido recientemente un fuerte respaldo de la Audiencia Nacional, que ha rechazado contundentemente los recursos de aquellos.

La instrucción, las pruebas obtenidas y las medidas procesales contra Pujol Jr y Gironés han recibido recientemente un fuerte respaldo de la Audiencia Nacional

Respecto de Mercè destaca, como fundamento de su investigación, que en cuatro años el movimiento de sus cuentas --que no se precisan-- ha oscilado entre 106.796 y 12.000.000 de euros. Y que los movimientos de divisas a su nombre han oscilado entre entradas por valor de 22 millones de euros y salidas de 32 millones. Ingresos que, según el tribunal, "se intentan justificar con facturas que no acreditan el servicio que ha generado la facturación".

En relación a Pujol Jr, se confirman plenamente las resoluciones del Juez de Instrucción. Y se concreta, como justificación de su imputación, que las facturas expedidas por un total de 11.530.004 euros se corresponden a una "cifra de negocios principal (que) proviene de la explotación de concursos, proyectos y licitaciones en el sector público, especialmente de tipo urbanístico, careciendo de pruebas que justifiquen la realización de (dichos) trabajos".

Pero hay mas. Se describe una operación, atribuida al mismo, por la que compra un terreno en Palamós por 217.000 euros que, tres años mas tarde, vende por 4.808.096 euros. Y constan aún mas operaciones, que en dicha resolución no se precisan, que consolidan el proceso penal contra la familia Pujol por delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y de falsedad documental.

Mientras, Artur Mas y Convergència Democrática se aprestan a aparentar una ruptura con un pasado delictivo que sigue plenamente presente --como lo acredita dicho proceso y, entre otros, el juicio oral por el expolio del Palau-- y del que no podrán desprenderse por más que se cambien de nombre o pretendan, con apoyos ciertamente espurios, conducir a Cataluña hacia la "nada", como dijo un prestigioso filósofo.