Si se cumple el acuerdo entre los comunes de Ada Colau y el PSC gracias al ofrecimiento de Manuel Valls quedará claro que el ex primer ministro socialista francés da sapo con ondas a Albert Rivera, porque la decisión del parisino no tiene que ver con el interés del partido sino con los principios políticos. Rivera es un aprendiz de brujo frente a Valls…

La Colau se comporta igual que los políticos de toda la vida, porque los conceptos de vieja y nueva política no existen; la diferencia es una buena política y una mala: el buen político del malo se diferencia en que el bueno se preocupa por los ciudadanos, y el malo por sí mismo. No existe nueva y vieja política, sino virtud y servicio, o ambición para medrar…

Entiendo perfectamente el mosqueo de los indepes de ERC, porque desde la República nunca habían ganado unas elecciones municipales, y eso que entonces los republicanos no eran separatistas, sino que defendían la Confederación.

Hace ochenta años los separatistas eran las escuadras militarizadas del Estat Català. En 1990, cuando el secretario general Ángel Colom tomó la decisión de convertirlo en indepe se produjo el cambio radical…

El mosqueo no es tanto en Just per Catalunya o el PDeCAT, porque la rivalidad entre exconvergentes es similar a la ERC de Oriol Junqueras, como la que mantienen PP, Ciudadanos y Vox, porque en política, la nueva y la vieja, el enemigo no está en la otra acera sino en la tuya, quien pretende robar tu voto…

En política, tu enemigo real va contigo, es un compañero político ya defienda a España o Cataluña. Esta verdad no tiene que ver con la vieja o nueva política, porque no existe nueva política. Huye de los que hablan de la nueva política, porque son lobos viejos…

P. D. El enemigo real está en tu acera.