Pensamiento

Las dos Cataluñas

25 mayo, 2015 06:15

Las elecciones municipales han vuelto a demostrar que el independentismo no sobrepasa el 30% del censo electoral y apenas llega a un millón y medio de votantes, sin alcanzar siquiera el número de 'sí-sí' de la seudo consulta del 9N. Por si eso fuera poco, la división territorial es tambien muy elocuente. Las grandes ciudades, y el área metroplitana de Barcelona, continúan sin ser penetradas por el independentismo. Las prinicipales capitales catalanas (Barcelona, Hospitalet, Badalona, Tarragona, Terrassa, Lleida, Santa Coloma, Cornellà, Gavà, Sant Adrià...) han dado inequivocamente la espalda a CIU-ERC-CUP.

Lo normal sería la dimisión de Mas y la convocatoria de elecciones autonómicas. O, alternativamente, declarar aparcado el "proceso" y dedicarse a gobernar

El independentismo queda relegado a la Cataluña interior y a la mayoría de capitales comarcales. Tambien a los sectores urbanos que viven de la subvención y de los contratos con la administración. Dicho de otra manera, la Cataluña subsidiada, conservadora y menos dinámica. El experimento de Súmate se ha demostrado un fracaso.

Persistir, en estas condiciones, con el denominado "proceso", es impropio de cualquier persona con un mínimo de responsabilidad y ética. Seguir tensionando a los ciudadanos, fracturando la sociedad, creando el caldo de cultivo de posibles brotes violentos, no ya para obtener la independencia -imposible, además de legal, políticamente como muestran las elecciones reiteradamente- sino simplemente para tratar de perpetuarse en el poder, es una conducta censurable politica y moralmente.

Lo normal, en estas condiciones y a la vista de los resultados electorales, sería la dimisión de Mas y la convocatoria de elecciones autonómicas. O, alternativamente, declarar aparcado el "proceso" y dedicarse a gobernar. No parece que esto vaya a suceder. El discurso de Mas apunta al olvido del 27S y a tratar de mantenerse en el poder y agotar la legislatura. Esperar a ver qué pasa en las generales y a que Podemos y Ciudadanos se desgasten. Ya ha tomado el control de la ANC. Evitará la ruptura con Unió. Tratará de amagar con la lista unitaria, para justificar su decisión. Artilleria mediática no le va a faltar. Con ello se prolongará la agonía, aunque es previsible que a PSC y PP ya les vaya bien, interesados también en ganar tiempo, y ERC se oponga con la boca pequeña convencida que el 'sorpasso' no está maduro. Otro año y medio perdido. Otro año y medio en el que CiU mantendrá la tensión soberanista, blandiendo las "estructuras de estado" como leit motiv de su gobierno.

Los damnificados seremos los catalanes. Triste destino. Aunque deseo equivocarme y asistir en las próximas semanas a un acto de realismo y sensatez de nuestro presidente.