Pensamiento

Las alas de Ícaro del proceso catalán

23 octubre, 2013 08:24

De pequeña tenía un libro de relatos y recuerdo que el que más llamaba mi atención era el de Ícaro, un joven que, con sus ansias de volar alto, se acercaba tanto al Sol que el calor derretía la cera con la que Dédalo, su padre, había pegado las plumas de las alas que había construido para poder escapar del laberinto en el que les había encerrado el rey Minos. Una seria advertencia para los que se dejan llevar por los excesos de ambición y desoyen los consejos paternos.

En los últimos tiempos he recordado a menudo esta historia ante la insistencia de los secesionistas en dar a conocer su causa internacionalmente, primero en un fracasado intento diplomático y después con su aparición en la prensa.

Salir en los medios y tener notoriedad pública no es bueno per se y la sensación que tengo es que, durante mucho tiempo, la mayoría de la gente que está en contra de esta secesión hacía un poco la vista gorda con el tema, ya saben, eso de que de lo que no se habla, no existe. Esta actitud ya no ha sido posible después de la evidente visibilización del "conflicto" y las respuestas no han sido precisamente halagüeñas para los artífices de esta campaña.

Butkevicius, primer ministro lituano, dijo que la prensa catalana había manifestado de manera errónea y tendenciosa sus palabras

De entrada, parecían haber conseguido el apoyo de Letonia y Lituania y aunque no son precisamente países que cuenten demasiado en el orden internacional -y vaya por delante todo mi respeto a estos países y mi amor por Lituania, uno de los lugares más bellos que he visitado-, eran un primer paso. Esta alegría no duró demasiado porque tras la llamada a capítulo del ministro García-Margallo no solo se desdijeron sino que, además, Algirdas Butkevicius, primer ministro lituano, dijo que la prensa catalana había manifestado de manera errónea y tendenciosa sus palabras. Con la ACN han topado.

Y a partir de ahí, cascada de declaraciones desde la Unión Europea (UE) manifestando de forma contundente lo que ya habían dicho en otras ocasiones: si un país se separa de otro, queda fuera de la Unión Europea y para que pueda volver a ser admitido necesita la unanimidad de los estados miembros. El vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia; la portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde y Jean-Claude Piris, una de las grandes autoridades en cuestiones jurídicas de la UE, fueron bastante claros. Eso sí, sus afirmaciones fueron rápidamente contestadas desde Cataluña y amplificadas por los medios de comunicaciones afines.

Para ello han echado mano de, por ejemplo, Roland Vaubel, al que suelen presentar como asesor de Merkel pese a que, en realidad, es tan solo uno más de los que asesoran al Ministerio de Economía alemán y forma parte de Alternative für Deutschland, un partido extraparlamentario que aboga por la salida del euro. Vaubel, además, defiende que el voto de aquellos que pagan más impuestos valga más que el de los que pagan menos. Resulta curioso que con la facilidad que brota el adjetivo facha en Cataluña luego se le dedique tanto espacio en los medios a una persona considerada muy reaccionaria en su país. En todo caso, se trata de un economista y no de un jurista o un especialista en política internacional así que sus opiniones sobre el tema son eso, meras opiniones. A Vaubel ya lo habían sacado a relucir hace unos meses pero volvieron a darle la palabra cuando salió a la luz tras las contundentes declaraciones de Francesc Granell en una entrevista en El País.

No es el único caso en el que hemos podido comprobar que ciertos medios ofrecen la información de manera, cuanto menos, poco objetiva. En La Vanguardia se hacen eco de una noticia firmada por la ACN en la que se afirma que Graham Watson "no ve problema en una Cataluña independiente en la UE" y lo presentan como presidente de los liberales en Europa cuando en realidad este cargo lo ocupa Guy Verhofstadt. Watson abandonó el puesto en 2009 y en la actualidad no es ni tan siquiera uno de los vicepresidentes, tal y como se puede comprobar aquí.

Internacionalizar el conflicto ha acabado siendo una especie de Ícaro acercándose peligrosamente a un Sol que ya empieza a derretir la cera de sus alas

En realidad, Watson es presidente del European Liberal Democrat and Reform Party, una confederación de partidos liberales y no del grupo parlamentario, en el que se integran partidos que forman parte de esta confederación pero también otros que no. Por otra parte, Graham Watson es escocés y elegido por la circunscripción de South West England y Gibraltar lo cual no invalida, obviamente, su opinión pero sí nos ayuda a entender el posible sesgo de la misma.

Pero el tema de la salida de la UE no se ha quedado ahí por mucho que desde los sectores secesionistas se intente quitar hierro al asunto. Los inversores del macrocomplejo BCN World advirtieron de que la pertenencia a la UE era crucial por cuestiones de moneda y seguridad jurídica. Y esta fue la primera de una serie de declaraciones desde el mundo de los negocios a las que siguieron las del presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, que alertaba de la descolocación masiva en caso de independencia; las de Andreu Gómez, presidente del Círculo de Directivos de habla alemana reconociendo que el clima de incertidumbre actual dificulta las inversiones en Cataluña o las del profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona Gay de Liébana afirmando que "si nos tenemos que quedar fuera de la Unión Europea, mejor no iniciar el proceso" y a la vez que pintaba un panorama de lo más desalentador. Y, para acabarlo de rematar, un artículo en The New York Times sobre la negativa de los productores de cava a secundar los planes secesionistas del Gobierno autonómico catalán que concluye con las palabras de Bonet Ferrer, presidente de Freixenet: "Cataluña es una parte esencial de España y así es como debería continuar".

Vemos pues como la internacionalización del conflicto ha acabado siendo una especie de Ícaro acercándose peligrosamente a un Sol que ya empieza a derretir la cera de sus alas. Por supuesto, difícilmente se aceptan las voces autorizadas que empiezan a alertar de los peligros de toda esta aventura, de la misma manera que el joven desoyó los consejos de Dédalo.