"Desconexión", "construcción" o "encaje" son algunas de las metáforas a las que, en consonancia con el esquema cognitivo que propone George Lakoff en No pienses en un elefante, el independentismo ha dado vida.

Siguiendo dicho esquema y partiendo de las premisas expuestas por Lakoff, los denominados "marcos de referencia", es decir, las metáforas que subyacen a nuestros procesos de entendimiento, son los que determinan el hecho de posicionarse a favor o en contra de la independencia de Cataluña.

En No pienses en un elefante Lakoff mantiene que estas metáforas son la del padre estricto y la del padre protector. En el caso del independentismo, estableciendo una extrapolación, la primera de las metáforas podría configurar la mente de los no independentistas y, la segunda, la de los independentistas. Asimismo, Lakoff parte de la premisa de que el hecho de discutir dentro del marco conceptual del adversario significa una derrota y, como ejemplo de ello, mantiene que ese fue, durante años, el error básico de los demócratas, en Estados Unidos.

Sin embargo, Lakoff matiza que esta estrategia únicamente dictamina la importancia de las ideas, la relevancia y relación que las mismas tienen con los valores que cada individuo posee. De este modo, en relación con el tema que analizamos, el discurso independentista lo que hace es activar los valores ya existentes y preestablecidos. En cambio, si la información que se recibe no se acomoda a los marcos preexistentes, los datos no pasan a formar parte del pensamiento u opinión y son ignorados por el individuo; tal y como sucede en la mente de los no independentistas. Según Lakoff, a esto se le llama disonancia cognitiva.

¿Cómo ha logrado el independentismo dar vida a algunas metáforas? y ¿cómo se han activado los marcos ya existentes en los individuos?

La política comunicativa de la Generalitat, a través de los medios de comunicación públicos, es de tal magnitud y que determinada población asume como propias las metáforas a las que el independentismo ha dado vida y las incorpora en su día a día

Es evidente que existen múltiples respuestas, pero una de ellas radica en la acción de comunicación de la Generalitat, la cual se sustenta en el desarrollo de diversas actuaciones, muchas veces repetitivas, con el fin de adecuarse a los marcos conceptuales de dicha opinión pública, como sugiere Lakoff.

Una de estas actuaciones es la creación y el mantenimiento de medios de comunicación públicos, como televisiones o emisoras de radio autonómicas, que emiten principalmente en lengua catalana y que, a través de la información que transmiten, estimulan la creación, el mantenimiento y la adecuación de determinados marcos mentales y dan vida reiterada a las metáforas aludidas al comienzo del artículo: "Desconexión", "construcción" o "encaje". Por otro lado, estando de acuerdo con la tesis que sostiene Manin, a día de hoy, estamos ante el fenómeno de la democracia de audiencias y la importancia de los medios de comunicación es tal que éstos condicionan e influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas. Es más, ello entrelaza con lo sugerido por Innerarity cuando se refiere a que a veces se acusa de manipulación a los medios de comunicación pues, en palabras del propio autor, los medios no informan de lo que acontece sino de lo que los demás consideran importante. En este caso, sobre lo que el Gobierno de la Generalitat cree vital para su propia subsistencia e interés, esto es, alcanzar la independencia de Cataluña.

Por tanto, vemos cómo la política comunicativa de la Generalitat, a través de los medios de comunicación públicos, es de tal magnitud y los marcos mentales, en algunos individuos, están tan bien asentados, que determinada población asume como propias las metáforas a las que el independentismo ha dado vida y las incorpora en su día a día. De ello deriva la movilización ciudadana a través de las también creadas entidades cívicas, culturales, excursionistas, vecinales... que se adhieren a lo defendido por la Generalitat y el independentismo y consolidan y reivindican, más si cabe, su discurso.

Así pues, podemos afirmar que, para lograr que el discurso independentista cale en las personas, el relato y el propio discurso deben adecuarse a los marcos conceptuales de los segmentos de la opinión pública, de manera que se activen los marcos mentales que se ajustan a los ideales que se intentan estimular. En política, y tal y como afirma Lakoff, las palabras tienen sentido sólo si significan. Ello quiere decir que éstas sólo son válidas si significan algo en el marco de quien las siente y piensa.