Pensamiento

La izquierda catalana no entiende el voto a C's

7 noviembre, 2015 00:11

Desde el 27-S he tenido la oportunidad de hablar con personas cercanas al PSC y a Catalunya sí que es pot (CSQEP) y he observado que están todos muy desconcertados por el creciente apoyo popular a Ciutadans en Cataluña. He observado también que se sienten muy incómodos y expresan un gran desagrado hacia este partido emergente. Tal vez es esta acumulación de sentimientos negativos lo que les impide analizar con la cabeza fría por qué C’s les ha ganado en votos, convirtiéndose en segunda fuerza, cuando tanto el PSC como CSQEP tenían, en teoría, muchos números para ocupar el liderazgo de la oposición en Cataluña.

Con Podem hemos sido testigos de un déjà vu: un partido de izquierdas en Cataluña que se pliega al discurso nacionalista, que lo hace sin tener mucha conciencia de ello y que acaba arrastrando al partido nacional a la misma incomprensible posición

Antes del verano, Podemos, solos o en coalición, suponían una amenaza real para CDC y ERC y hubo algunos análisis que indicaban que introduciendo el “eje social”, Podemos lograría erosionar seriamente el proyecto soberanista. Ahora vemos que esto no ha sido así. Más bien, con Podemos y sobre todo, su marca Podem en Cataluña, hemos sido testigos de un déjà vu: un partido de izquierdas en Cataluña que se pliega al discurso nacionalista, que lo hace sin tener mucha conciencia de ello y que acaba arrastrando al partido nacional a la misma incomprensible posición. Esto es lo que ha pasado con Podem y Podemos. Vemos ahora como están instalados en la pasividad, no molestando para nada a los independentistas y viendo pasar los acontecimientos. A pocos sorprende el triste papel de Joan Josep Nuet de CSQEP en la Mesa del Parlament, incapaz de decir nada relevante sobre la hoja de ruta rupturista e instalados en un único y recurrente pensamiento sobre el tema, hacer un referéndum.

En cuanto al PSC, hace mucho tiempo que todos vemos como se está debilitando. A pesar de ello, siguen enredados con lo que podríamos llamar sus demonios de siempre. El primero, su peculiar enfoque federalista, donde lo que prima no es el federalismo sino el no cuestionar nada serio de las políticas nacionalistas. Han dado pasos, es un hecho y ahora sí critican claramente el soberanismo pero siguen transmitiendo una vacilación y una indefinición que les proyecta públicamente como ambigüos y dispuestos a complacer a los nacionalistas todo lo que haga falta, a veces con un discurso buenista y poco creíble que hace un flaco favor a la idea federalista y a las terceras vías.

En el peculiar enfoque federalista del PSC lo que prima no es el federalismo sino el no cuestionar nada serio de las políticas nacionalistas

Así, inmersos en esta debilidad como partidos y con perspectivas más bien desastrosas para el 20-D, contemplan desconcertados el ascenso de C’s y la posibilidad muy real de que vuelva a pasarles por delante el 20-D. ¿Cuál es su interpretación de ello? ¿Qué dicen estas personas en la órbita del PSC y CSQEP y que muy posiblemente piensan las cúpulas de estos partidos? Lo que dicen es que ha sucedido un acontecimiento negativo, el cual tendrá consecuencias desastrosas para Cataluña.

Porque, según ellos, C’s es una partido identitario español, un nacionalismo español amable, pero con las mismas intenciones de acabar con el autogobierno y la identidad catalana que cualquier nacionalismo español que se precie. Les tachan de ser unos demagogos con la lengua, de odiar el catalán y de querer la “supremacía” del español. También les ven de derecha-derecha, nada de centro, ni liberales reformistas, nada, la derecha de siempre, lo que ellos llaman la derechona. Solo que con rostro amable.

Para una parte de la izquierda catalana C's hará aumentar el independentismo

Y todo ello es terrible para Cataluña. Piensan que se ha añadido un tercer y grave problema a los dos que había ya para ellos; el primero, el PP y el segundo, los independentistas. Ahora hay un tercer problema, un partido identitario español, que está cogiendo mucha fuerza, y que provocará más conflicto en Cataluña. Cuando se les pregunta qué por qué razón C’s va a causar un conflicto en Cataluña, las respuestas van en dos direcciones: la primera, que C’s, como españolistas, lo que quieren es crear dos comunidades en Cataluña y entonces, ya sabemos, se acabará la cohesión social y la igualdad de oportunidades para todos que supuestamente habían garantizado las políticas de la Generalitat hasta ahora.

El segundo cataclismo que causará C’s para una parte de la izquierda catalana es que hará aumentar el independentismo. Y ¿por qué motivo? Pues como reacción al españolismo identitario anti-catalán de C’s, la gente se rebotará y votará más a los partidos separatistas. O sea que ya tenemos a la nueva fábrica de independentistas. Según estas peculiares interpretaciones, resulta que el creciente apoyo popular a C’s no tendrá como consecuencia visibilizar y dar voz a los ciudadanos que dicen claramente no a la independencia sino que el efecto será que ¡Cataluña se volverá inevitablemente independiente!

Es muy dudoso que el ascenso de C’s lleve a la independencia o provoque un cataclismo en la sociedad. Lo que sí que está causando es un cataclismo en los partidos de izquierdas. Para el PSC, porque C’s es ahora líder de la oposición y no ellos. Para CSQEP, porque no lograron ser segunda fuerza tal y como era su meta. Pero no se preguntan qué han hecho mal ellos ni tampoco están dispuestos a aceptar que algo bueno ha debido hacer C’s para lograr este fuerte apoyo popular. Prefieren refugiarse en una actitud miope y en los tópicos nacionalistas para explicar el ascenso de su adversario. Se empeñan en no mirar la realidad de cara.

La izquierda catalana se escuda en el pensamiento único nacionalista de que el diferente es un españolista que acabará con la armonía del pueblo catalán

Porque a uno C’s le gustará más o le gustará menos, pero es claramente un partido de centro o centro derecha moderado con un proyecto reformista para España, que cree en la identidad dual española-catalana, que desde su inicio ha defendido el trilingüismo escolar y el bilingüismo institucional y que dice claramente no a la independencia. Es una posición que ha ganado el apoyo de 730.000 personas el pasado 27-S y con muy buenas perspectivas para el 20-D en Cataluña. Pero la izquierda catalana no quiere ver esto y se escuda en el pensamiento único nacionalista de que el diferente es un españolista que acabará con la armonía del pueblo catalán.

¿Por qué este espejismo? Porque lo que tienen que hacer no lo quieren hacer: aceptar que es la claridad respecto al proyecto soberanista lo que atrae a muchos votantes de C’s, y en consecuencia, preguntarse por qué ellos no son claros y en qué falla su posicionamiento frente al soberanismo. Pero este es el paso que les cuesta dar porque supone cuestionar lo propio. Es más fácil escudarse en la fácil crítica al otro. Sin embargo, es una posición que difícilmente les ayudará a avanzar como partidos, mientras que el único que sí sigue avanzando es Ciudadanos.