Pensamiento

La España que nos une

8 noviembre, 2015 00:00

Las palabras que siguen serán, en esta ocasión, solo disculpa para transmitirles las de otros. Ventajas de la información digital, fortuna de la inteligencia en red, el poder compartir ideas, percepciones que agrandan las propias y expanden miradas. Les aseguro que les gustarán, merecerá la pena escucharlas, de cabo a rabo. Hasta el título pertenece al marco donde se pronunciaron el 18 de Octubre de 2015 en Barcelona. Les cuento.

Aunque parezca ridículamente infantil, el cuento ha colado y la adhesión al grupo ha hecho el resto. En él, la neutralidad no existe. O son de los nuestros o es el enemigo

Si hoy en Cataluña la corrupción y la mentira no levantan la ola de indignación que en el resto de España, es porque el grupo social nacionalista que los disculpa y crea a la vez ha logrado reducir la complejidad de la realidad al sueño de la secesión, donde una Cataluña idílica está a punto de librarse de una España autoritaria, culpable de todos los males que le aquejan.

Aunque parezca ridículamente infantil, el cuento ha colado y la adhesión al grupo ha hecho el resto. En él, la neutralidad no existe. O son de los nuestros o es el enemigo.

Ecuación tan ridícula es la base de la crisis territorial que padece en estos momentos España y la división social que ya ha roto a la sociedad Catalana. Acabar con la hegemonía moral que les ha permitido a los nacionalistas convertir a España en un vertedero y a Cataluña en blancanieves pasa por difundir información veraz, replicar con argumentación contrastada, ironía inteligente, desplegar la evidencia de los hechos y servirlo con un uso exquisito de la lengua española.

Y eso es precisamente lo que les quiero mostrar en dos discursos pronunciados el pasado 18 de Octubre en Barcelona en el Teatro Victoria como conmemoración de la Fiesta Nacional de España. Ya sé que es el 12, pero en Cataluña no solo hacen cosas raras los nacionalistas. Aunque barrunto, que todavía pesa mucho en muchas personas la mirada del nacionalismo. Una lástima, pues ya dejó escrito José Hierro que, si no vives como piensas, acabarás pensando como vives.

La España desbastada por la propaganda nacionalista es sospechosa hoy, incluso allí donde no tiene enemigos nacionalistas

El primer discurso parte de una ironía ante las declaraciones del dirigente de la CUP, David Fernández, cuando dijo que quería independizarse de España, pero sin renunciar a Machado, a Lorca ni a Rosalía de Castro… La retranca que sigue la puso el escritor Ignacio Martínez Pisón en 6:13 minutos exquisitos.

El segundo discurso, lo pronunció Juan Claudio de Ramón en 16:38, tejiendo una telaraña de afectos y cultura inapelables entre Cataluña y el resto de España, imposible de obviar por el catalanismo por mucho que se empeñen en robársela a las nuevas generaciones catalanas. Ese es el camino.

La España desbastada por la propaganda nacionalista es sospechosa hoy, incluso allí donde no tiene enemigos nacionalistas. Franco nos aplastó durante cuarenta años, y por lo que se ve, sus más persistentes enemigos están utilizando su sombra histórica para arruinarnos la vida otros cuarenta.

Estos dos breves discursos muestran de forma hermosa que la inteligencia y la tolerancia tienen más futuro en España que la pedagogía del odio que la quiere destruir.