Pensamiento

La confesión

18 marzo, 2014 08:49

Tengo que hacer pública una confesión. Desde hoy soy independentista. Estoy harto de luchar por salir adelante, para que mi familia tenga un bienestar y por conseguir superar los problemas al frente de mi empresa. Todo esto será harina de otro costal el día que Cataluña sea un estado independiente y Artur Mas, su presidente. Ese día los problemas de los catalanes se esfumarán por arte de magia.

En la nueva Cataluña viviremos más y mejor. Nuestro presidente de la Generalitat estará en mi altar particular. Es el nuevo referente de jóvenes y mayores. Conseguirá que Obama lo reciba en la Casa Blanca para pedir perdón por no apoyar el proceso separatista

Después de oír a Artur Mas, y a los dirigentes de CDC, durante este fin de semana, soy un hombre convencido. Soy un nuevo independentista. Tendremos más dinero. Los impuestos bajarán de forma espectacular. No habrá paro. Las empresas extranjeras se partirán la cara para hacer sus inversiones en el nuevo país. Los pobres se reinsertarán en la nueva sociedad y se volatilizarán de las calles. El bienestar aumentará. Habrá más dedicación del nuevo estado a la sanidad, a la educación, a los servicios sociales. Los accidentes de tráfico serán una anécdota en las carreteras y nuestros jóvenes vivirán felices y contentos. La universidad aumentará su calidad de forma inmediata, una vez sea declarada la independencia y la educación será un paradigma a estudiar en el mundo. El castellano será protegido como lengua del país y los castellanohablantes seremos recogidos como hijos pródigos. Ya no tendremos el estatus de colonos. Seremos como una más. Además, podremos tener la doble nacionalidad. Los enfermos crónicos aumentarán su calidad de vida y la esperanza de vida.

En la nueva Cataluña viviremos más y mejor. Nuestro presidente de la Generalitat estará en mi altar particular. Es el nuevo referente de jóvenes y mayores. Conseguirá que Obama lo reciba en la Casa Blanca para pedir perdón por no apoyar el proceso separatista. La Unión Europea nos abrirá las puertas de par en par porque no podrá soportar que Cataluña haya estado unos días fuera de la Unión. Reconocerán su craso error. ¡Qué podían hacer sin nosotros! El Barça jugará la liga española y además la ganará. La televisión pública narrará los éxitos del nuevo líder que será aclamado por todos excepto por los traidores españolistas que quieren ver Cataluña bajo el yugo de la explotación. No se preocupen. Los traidores serán juzgados y castigados como se merecen. En los centros de reeducación volverán a ver la luz de la verdad. No tendremos leyes. La democracia ocupará su lugar. Soy independentista. Quién se puede negar... ¡catacrak! Qué tortazo. Me he caído de la cama. Lástima que sólo era un sueño. El problema es que algunos se lo creen. Se creen que por ser catalanes van por el mundo y lo tienen todo pagado. Que son un pueblo superior. Que eso se lleva en la sangre. Sin duda, algunos deberían ir a diálisis.