Pensamiento

Juntos contra los listos

10 marzo, 2014 08:43

Acabo de leer, uno tras otro, dos libros recientes. Sus autores son políticos con distintos estilos y ambos son excelentes comunicadores. Me refiero a Juntos podemos, de Albert Rivera, y La jungla de los listos, de Miguel Ángel Revilla. Quien fuera durante ocho años seguidos presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria (cinco mil kilómetros cuadrados y medio millón de habitantes, en números redondos y tirando para abajo) inauguró y renovó en su tierra unos dos mil kilómetros de carreteras; no es sólo el 'showman' que aparece en televisión. Se opuso en su día a tener una televisión autonómica en Cantabria, como tienen el resto de las regiones, dado que "estas televisiones son un agujero sin fondo, hechas a la medida y para boato del gobernante de turno". Visto lo visto, no parece que le faltase razón. Tampoco puedo dejar de coincidir con él en considerar la gravedad de lo que está pasando en España. ¿Pero qué pasa en España?

Sólo nos queda confiar en personas, no en ideologías o en siglas. Es necesario disponer de listas abiertas y desbloqueadas, con una ley electoral en la que seamos iguales con independencia de dónde vivamos

Ni podemos ni debemos callarnos, cada uno en la medida de sus posibilidades. A la vista de casos como los de las preferentes, productos especulativos sin control, que han supuesto la pérdida de los ahorros de toda la vida para muchos conciudadanos nuestros, la Fiscalía General del Estado no ha ordenado actuar de oficio contra sus responsables. Hay sinvergüenzas que hacen negocio a costa de los demás y que resultan intocables. La lista de personas que han perdido el vario crédito que tenían socialmente es larga, entre ellos: Rato, Blesa, Millet, Urdangarín. Pero ahí están, blindados en búnkeres.

Que casi la cuarta parte de los ciudadanos españoles esté hoy en el umbral de la pobreza, se dice pronto, ¿no es esto verdaderamente patético? Señala Revilla que hay más de seis mil millonarios españoles que tienen 'la pasta' en paraísos fiscales, consentidos por el establishment mundial: el gran agravio para toda la ciudadanía. Si ante este oprobio no nos hierve la sangre es que la tenemos de horchata. "Compartirán conmigo la desmoralización –dice en esas páginas el ex presidente autónomo- que supuso conocer que este Gobierno amnistió a cientos de defraudadores haciéndoles pagar menos del 10% por una vez, en lugar de aplicarles lo que dice la ley: pagar cuatro veces lo defraudado. Mientras tanto, a los españoles que tenemos una nómina nos detraen por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de un 22 a un 50%".

Del encarcelado Bárcenas, ex tesorero y senador del PP, cuenta que nunca hubo en Cantabria un político más votado, pese a no ser de allá ni conocerlo entonces los cántabros: "Hoy nadie recuerda haberle votado". Sólo nos queda confiar en personas, no en ideologías o en siglas. Es necesario disponer de listas abiertas y desbloqueadas, con una ley electoral en la que seamos iguales con independencia de dónde vivamos. Mejor que los mandatos se limiten y haya elección directa de presidentes y alcaldes. Esto último todavía no se pide en voz alta, la última vez que se propuso fue hace veinte años y también lo hizo Foro-CDS.

Los políticos amigos de pedir el 'voto útil' profanan a la ciudadanía, piden el voto útil para sus intereses y tejemanejes. A algunos de ellos se les llena la boca de España, pero han vendido afuera empresas españolas como Tabacalera e Iberia

Los políticos amigos de pedir el 'voto útil' profanan a la ciudadanía, piden el voto útil para sus intereses y tejemanejes. A algunos de ellos se les llena la boca de España, pero han vendido afuera empresas españolas como Tabacalera e Iberia; de esta fueron despedidos 4.500 empleados y los sueldos se redujeron entre un 25% y un 35%, pero no es el caso de los capitostes. ¿Somos extremistas por reclamar que se eliminen las prebendas que hay a cargo del erario público para nuestro escarnio? Revilla se considera "una persona progresista que está siempre con el humilde frente al poderoso y en contra de las injusticias". Una actitud decente si viene acompañada de veracidad.

Vayamos a otro libro. En ¿Qué pasa en Cataluña? de Manuel Chaves Nogales, se recogen las declaraciones que Lluís Companys le hizo en marzo de 1936. Tomo dos párrafos que hablan por sí solos: "No iremos nunca, nunca, contra los fundamentos económicos de nuestra sociedad"; "al gobernar lo haré teniendo siempre presentes los intereses fundamentales de la economía de España y de Cataluña. No vamos a cegar estúpidamente las fuentes de riqueza del país con aventuras gubernamentales. Nada intentaremos que pueda provocar un encarecimiento ruinoso de la producción". ¡Qué lejos ese tono del de los descerebrados de hoy que rigen 'a casa nostra'!