Me gusta que los ‘indepes’ se lleven como el gato y el ratón. No pueden verse. El odio es cainita. La guerra es fratricida. Los antisistema de la CUP tienen razón. No se puede pedir al Estado español peras al olmo porque es imposible lo que exigen. No me fío del presidente del gobierno, pero no es un suicida. La Constitución prohíbe que España acepte la autodeterminación de Cataluña, porque la Constitución la admite para todo el Estado, no para una parte. Los separatistas lo saben, pero continúan con el monotema.
Pedro Sánchez es atrevido, pero no es un loco. No sólo perdería las elecciones generales. Sánchez tiene claro que no quiere entrar en Soto del Real. Los iluminados de la CUP lo saben, y la banda de Carles Puigdemont también. El fundador de CDC calla, y todos los de Junts per Catalunya hacen lo mismo que la CUP. Y los electores ‘estelados’ son conscientes de ello.
En ERC se visten de corderos, pero todos son lobos, porque la guerra total no consiste en luchar contra el bando constitucionalista, sino en batallar entre ellos.
Lo peor del bando que defiende la Constitución es que se comporta como si se tratase de dos perros furiosos que luchan por la misma presa. Eso lo veremos el domingo 13 de junio, en la plaza de Colón. Irán tres partidos, pero Ciudadanos es ya un muerto viviente por culpa de su fundador.
El futuro de España no peligra, porque el Estado español es mucho más fuerte que los independentistas, y ellos lo saben. Ninguna nación ha reconocido a una Cataluña independiente, ni la Rusia del zar Putin. Por eso Oriol Junqueras ha dicho lo que ha dicho y en el Palacio de la Moncloa se le aplaude con las orejas.
Los vecinos de Marruecos, --con su rey, que es un corrupto--, nos odian y por eso el asalto a Ceuta. El odio de Mohamed VI se debe a que es un corrupto por el tráfico de hachís cultivado a gran escala en el norte de su país, en la cordillera del Atlas. España lo sabe, y Europa también, pero Marruecos es un aliado de EEUU y la Unión Europea hace la vista gorda.
Vuelvo a España: dentro de dos años se celebrarán elecciones generales. Si hoy tuviera votar me quedaría en casa, porque nadie me gusta. El PP es un partido corrupto. No me gusta Vox. El partido naranja está muerto, y no me fío de Pedro Sánchez.
España, sin embargo, me duele. Siempre me ha dolido.