Pensamiento

Hospitales de Barcelona: situación alarmante

17 enero, 2015 11:30

El Hospital del Mar se vio forzado hace unos días a cerrar las puertas de urgencias por colapso y trasladar a los pacientes en espera a otros centros. Otros centros como el Hospital Valle de Hebrón, que tiene muchos pacientes en este área esperando una cama. Algunos desde hace días, y en plenas navidades llegaron a haber 90.

Evidencia la necesidad de establecer una regulación por ley de los tiempos de espera en estos centros sanitarios

Es una situación insostenible en las unidades de urgencias de los hospitales públicos en Barcelona. Evidencia la necesidad de establecer una regulación por ley de los tiempos de espera en estos centros sanitarios, puesto que la ciudadanía necesita garantías y protección, ante las situaciones insostenibles que se están viviendo en estos servicios de urgencias. Esperar cinco días en una camilla, sin poder moverse, con la angustia de no saber...

Además, la demora en intervención y tratamiento, que supone alargar la estancia en urgencias, tiene un coste. Que haya pacientes con problemas serios que reciben sus respectivas visitas cuatro o seis horas después de que lleguen es un riesgo. El colapso tiene consecuencias sobre los recursos disponibles y conlleva desatención, que afecta directamente al nivel asistencial sanitario y humano.

En hospitales como Valle de Hebrón optan por parchear la situación, aduciendo eficiencia al pasear al paciente por un mínimo de tres ubicaciones hasta su destino definitivo. Al más puro estilo trilero, escondiendo la bolita (paciente). Es común observar caravanas de camillas pendientes de descarga en urgencias. Pacientes que, si no están lo suficientemente graves, esperarán su evaluación durante horas, en pasillos, en una camilla, sin agua, sin poder moverse y defecando en una cuña junto a ingentes cantidades de convalecientes enfermos. La sensación de desamparo, impotencia y desprotección requiere de medidas urgentes para subsanar el agravio al que somos y son sometidos diariamente nuestros familiares y seres queridos.