Me imagino que La 1 de TVE hace lo mismo que TV3, pero desde la acera constitucional, aunque como no veo los informativos ni los debates políticos, es una suposición. Que lo hagan los canales privados es harina de otro costal porque la televisión es un negocio donde se venden churros en forma de spots, pero que lo hagan canales públicos con los recursos de todos convecinos, hablando en plata, es delito.

Quien se queje es de otro mundo porque es evidente el dedo que designó a Vicent Sanchis, y al director de informativos, David Bassa, convecino mío y al que conozco personalmente desde que sacó los primeros dientes en el periodismo --fue un reportaje hace veinte años en la revista que dirigía--. David es un hijo putativo de la Mònica más Terribas de todas las mónicas de este mundo.

Lo de Montilla del sábado fue de traca valenciana en el programa Preguntes Freqüents (FAQS). Le auguro una trayectoria profesional meteórica mientras continúen mandando los de la cuerda del valenciano Sanchis. Sólo conozco otra profesión tan sumisa a la obediencia debida como la política: el periodismo. Hablo por experiencia propia. Cuando dejé de dirigir mi revista salieron patas de gallo que habían sido sometidas a mi dictadura. Yo era un Tirano Banderas, y en mi casa sin saberlo.

Como cuidan esta forma tan barcelonesa decir las cosas, a SCC nunca la han llamado "fascista" en TV3 pero sí que califican de "antifascistas" a los grupos que se enfrentan a ella

Tengo la retina dos ejemplos clamorosos de esta manipulación ideológicamente subyacente. En casa, la información del tiempo que vemos es la de TV3, por motivos obvios. De toda la vida, ya se sabe, los catalanes estamos informados del tiempo que hace en Valencia, Mallorca, Perpiñán, y nos sacan la puntita nada más de Córcega, donde está la histórica villa de L'Alguer.

La novedad es que desde hace unos meses el regidor responsable del tiempo le ha pasado a Tomàs Molina que, cuando acabe con la información de las cuatro capitales de los Països Catalans, nos vayamos a Europa empezando por Madrid, luego París, Londres, Roma, Berlín y Moscú. Un detalle que empiecen por Madrid.

Otra cosa no tan subyacente sino mucho más explicita no sólo es calificar de derechas a Ciutadans, la derecha fue el partido que más escaños sacó en las elecciones del 21D, sino citar a Societat Civil Catalana como una organización fascista. Como cuidan esta forma tan barcelonesa decir las cosas, como decía Josep Pla, a SCC nunca la han llamado "fascista" pero sí que califican de "antifascistas" a los grupos que se enfrentan a ella.