Pensamiento

¿Es noticia que un indepe muerda a otro indepe?

5 diciembre, 2014 08:46

Leo por ahí, en la portada digital de un importante periódico catalán, que un guardia urbano de Barcelona redujo “pistola en mano” a un navajero que se lanzó a apuñalarle “sin razón” alguna conocida. Y yo que me alegro de que la cosa acabara así de bien. Dicho lo cual, y con el debido respeto al guardia urbano amenazado por el fierro: ¿dónde está la noticia? ¿Tan insólito resulta que un agente de la autoridad armada use pues eso, su arma reglamentaria, para repeler una agresión?

¿Tan insólito resulta que un agente de la autoridad armada use pues eso, su arma reglamentaria, para repeler una agresión?

En tiempos enseñaban en las escuelas de periodismo (deliberado oxímoron) que no es noticia que un perro muerda a un hombre, pero sí lo es que un hombre muerda a un perro. Obsérvese que por lo menos desde el punto de vista de la humanidad (la canidad no dispone de muchos medios de comunicación a su alcance por ahora, lo siento) sería mucho más importante y más grave lo primero. Y en cambio es más noticioso lo segundo. Por llamativo y por raro.

Al hilo de todo esto, ¿debería ser noticia que Oriol Junqueras se haya negado a una lista única con CiU? ¿No decían que Junqueras era de todo menos tonto? Yo hace rato que se lo digo y se lo cuento a todo aquel que me quiera escuchar: el peor enemigo de un independentista catalán no es un español, ni siquiera el peor y el más lóbrego exponente del celtibérico facherío…mariconadas, tito, mariconadas. El peor enemigo de un indepe es otro indepe.

Los ojos van a sacarse a puñados. Una fuente de sangre con cinco chorros va a manar aquí en cuanto les dejen sueltos. Porque el odio de ERC por CiU, y el de CiU por ERC, iguala y supera el de los confederados del sur de Estados Unidos hacia el Norte que les ganó la guerra; o el de los chinos a los japoneses y viceversa; peor, peor aún, porque no es odio étnico ni romántico (que eso tiene un pase y una grandeza épica), sino puro y duro y asqueroso odio de clase, es un quítate tú que me pongo yo, del coche oficial y de la moqueta regia. Es una lucha a muerte por quién manda aquí en los próximos veintipico años. Quién se come Cataluña como un brazo de gitano abierto en canal.

Si ni una lista conjunta pueden apañar es porque no se soportan ni se tragan ni son capaces de ir a la esquina juntos.

Que nadie se llame a épicas ni a engaño. Esta es una lucha a muerte por el poder, por la hegemonía de una marca. Porque no es lo mismo, ni tiene nada que ver, que triunfe la independencia Coca-Cola o la independencia Pepsi, la independencia Cola-Cao o Nesquick, Schweppes o Mirinda.

Vamos a hablar claro de una vez y que lo sepa todo el mundo: es mentira, cochina y de las gordas, que la suma de todos los factores que llevan la independencia en el programa o en la punta de la barretina o de la boina equivalga a una mayoría política seria de independentistas catalanes operativos, sobradamente preparados para “ejercer”. Si ni una lista conjunta pueden apañar es porque no se soportan ni se tragan ni son capaces de ir a la esquina juntos. ¿Cómo demonios van a llegar a Ítaca, tras arrearse con el remo en la cabeza hasta que uno o lo dos se caigan de la barca al mar? ¿Nadando?

Quien les entienda, que les vote. Pero que luego no se queje de la alhaja que le ¿gobierna?