El señor Duran i Lleida dejó dicho a finales de 2012 que "no tiene sentido que nosotros convoquemos un referéndum y, si no llega ese pacto, creo que Cataluña no debe hacer nada que no sea legal". Por ello, casi no podía salir de casa, le arrojaban monedas a su paso, y le tildaban de traidor. Ahora los mandamases de la cosa esa se han reunido para llegar al mismo acuerdo que proponía Duran hace ya cuatro años.

En estos tiempos tildados como de líquidos por la rapidez con que se suceden los acontecimientos y la imprevisibilidad de los mismos, en una época de incertidumbre, el presidente Puigdemont ha tenido a bien asegurar que en el año que está a punto de comenzar se celebrará el referéndum de independencia de Cataluña de "manera indefectible". Es decir, referéndum sí o sí. ¿Quién iba a imaginarse al iniciarse el año que finaliza que el Reino Unido abandonaría la Unión Europea o que Trump sería el nuevo presidente de los Estados Unidos? Lo cierto es que la revista Time incluye "el referéndum convocado por la región española de Cataluña" entre los acontecimientos políticos previstos para el año 2017. La misma que pronosticó la victoria de la señora Clinton.

El mejor pronóstico es el de El Sabio de Badalona, el inefable Enric Juliana: "Puede pasar cualquier cosa en el 2017"

Una encuesta publicada recientemente ha provocado una satisfacción orgasmática entre los habituales intelectuales serbios al servicio del proceso. Músicos y filósofos que graban conversaciones privadas para hacerlas públicas, analistas que sortean un jamón como si fuera un tómbola, sucesores del incansable trabajador que fue Josep Termes, profesores de universidades de corte y confección, autores de libros prologados por el iletrado Javier Trías, etc. Así, para uno de ellos, "sólo el 13,8% no quiere ni oír hablar de un hipotético referéndum soberanista”. Para otro que prosigue con el juego de trileros y las técnicas para la autosatisfacción personal, "el 84,6% de la población de Cataluña está a favor que el Gobierno lleve a cabo un referéndum de independencia acordado con el Estado. Solo el 49,6% quiere que se convoque unilateralmente". Todo ello a partir de una encuesta de tan solo 800 entrevistas telefónicas. Y tras los recientes éxitos de los sondeos en los casos del Brexit o de Trump.

A modo de simple ejemplo, me gustaría recordar a los sabiondos habituales que ya dan por ganado el referéndum, como Helenio Herrera daba por ganados los partidos sin bajar del autobús, que una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) del 27 de junio de 2006, menos de diez días después de la celebración del referéndum del Estatuto de Autonomía de Cataluña, el 66,4% de los encuestados respondió que "fue a votar y votó". Una verdadera lástima porque el 18 de junio de 2006  se alcanzó solo el 49,41% de participación. Es decir, que un 17% declaró haber hecho aquello que no hizo. A eso se le llama, en román paladino, mentir.

El mejor pronóstico es, sin embargo, el de El Sabio de Badalona, el Pitoniso Pito de La Vanguardia, el inefable Enric Juliana: "Puede pasar cualquier cosa en el 2017". Y ustedes que lo vean con salud, añado yo.