Parece que un punto y seguido en mi último artículo sobre el devenir electoral en este pequeño trozo del mundo donde todo es causa de encono y conflicto ha generado un solemne enfado de un amigo. Hablaba yo de Raül Romeva (así, con dos exóticos puntos encima de la 'u', que junto a la cuidada calva germana y las gafas minimalistas le dan un toque ¡fashion! total) y le ponía como paradigma de la traición a los postulados de izquierda; de la izquierda catalana valga la redundancia. El comentario se realizaba tras un punto y seguido en el que hablaba de Barcelona en Comú y ciertamente hubiera correspondido un punto y aparte que habría dejado claro que el ejemplo afectaba no solo a BeC, sino a toda la izquierda catalana. Prometo corregirlo en mi blog.

La verdad es que eso de buscar personajes que representen y den nombre a una forma de hacer política en Cataluña no es nuevo en mí. En el mismo artículo hablo de Montilla, personaje que por sí mismo es otro paradigma en la escena política catalana. Es el paradigma del xarnego agradecido y lo es porque llegó a lo máximo a lo que un xarnego como él pudiera aspirar: a la presidencia de la Generalitat al servicio de la causa nacionalista, con la carga incluida del desprecio de los señoritos del cortijo/Cataluña. Cuanta rabia contenida por la madre de la patria, doña Ferrusola, al referirse a él, pero qué buen vasallo fue a pesar de tan malos señores. Dentro de ese paradigma Montilla podríamos incluir a Eduardo Reyes, 'correveidile' afanoso que se instaló inmediatamente en la Plaza Sant Jaume a recoger la paga por los servicios prestados desde Súmate. Ya está en la lista del president Junts pel Sí.

A mí me preocupan los que dicen que me quieren representar y luego sin previo aviso nos la meten 'doblá'

Volviendo al otro paradigma 'antes muerta que sencilla': Raül Romeva, que forma parte de esa idiosincrasia o cosmovisión o 'comosediga' de la izquierda catalana, es evidente que él ha llevado al extremo algo latente en esa cosmovisión. Y es que entre las cuestiones sociales y nacionales salen victoriosas estas últimas, que se llevan en los genes herderianos de todo catalán que se precie (un catalán que se precie es un nacionalista, los demás somos unos 'fachas' que no merecemos la buena acogida que nos dieron y que, desagradecidos, algunos hemos rechazado criticando las virtudes de esa 'maravilla' de asimilación identitaria mal llamada inmersión lingüística forzada, eso sí, para los no catalanohablantes).

Los hechos: salir elegido en las listas de IU en las Europeas de 2009 con votos de toda España y luego usar esos votos para reclamar la secesión de Cataluña. Toda una legislatura europea traicionando a sus electores. Y dos: candidato número uno en la lista secesionista para el 27 de septiembre, en la lista del President. Y después dice Alberto Garzón que le ha sorprendido, ¡joder Alberto! O quieres quedar bien o eres... Al pan, pan y al vino, vino y a las penas... ¡claridad!

Me echa en cara mi amigo que porqué no me meto con el paradigma Sánchez Camacho o Carmen de Mairena. Pues porque ambas responden a un paradigma de derechas clarito, que no engaña y que nada tiene que ver conmigo. No me interesan, ya sé de qué van, no les voy a votar. La derecha va a lo suyo que no es lo mío. A mí me preocupan los que dicen que me quieren representar y luego sin previo aviso nos la meten 'doblá'. Yo, que me considero de izquierdas con permiso del que reparta los carnets, no creo en el 'sacrosanto derecho a decidir'. Y no creo porque no es democrático. Al pan, pan y al vino, vino y a la democracia, democracia, y como me dijo un viejo amigo “en democracia las formas son el fondo” y lo demás son subterfugios para generar privilegios.

Decía Celaya: “Ni vivimos del pasado/ ni damos cuerda al recuerdo/ somos, turbia y fresca, un agua/ que atropella sus comienzos”. Y yo pienso como él, nada en la historia genera un privilegio. Si soy de izquierdas creo en la igualdad.

La estafa esta servida. Si hasta los del Junts pel Sí tienen inquietudes sociales, y los del PP y los de Ciudadanos. Ahora resulta que ya nadie quiere hacer recortes y a todos les preocupan los parados

Se unen el 'president' y el jefe de la oposición en una lista. '¡Manda huevos!'. Y, para contrarrestarla, a la izquierda catalana no se le ocurre otra cosa que copiarles la lista y poner al frente a Lluís Rabell, que piensa y respira igual que Romeva. Podríamos intercambiarlos y no se notaría la diferencia. Y, además, ninguno es candidato a la presidencia de la Generalitat. Puestos a analizar la lista de Catalunya Sí que es pot, se puede calcular que tienen el mismo porcentaje de soberanistas-independentistas-secesionistas-nacionalistas que la de Junts pel Sí. Y lo que ya no tiene precio es que un día Rabell quiere hacer presidente a Romeva y al siguiente quiere pactar con ERC (Junts pel Sí) y la CUP. Es como si al Barça se le enfrentara el Barça B, o para más claridad que al Madrid se le enfrente el Castilla. Siempre gana la casa, el nacionalismo... se vista como quiera.

La estafa esta servida. Si hasta los del Junts pel Sí tienen inquietudes sociales, y los del PP y los de Ciudadanos. Ahora resulta que ya nadie quiere hacer recortes y a todos les preocupan los parados. Y, si eso es así, ¿qué diferencia hay entre Junts pel Sí y Catalunya Sí que es pot a efectos de lo que pueda pasar después del 27S? Ninguna. Ni por composición ni por programa, y si se diferencian será por matices: que unos proponen la DUI y otros el 'derecho a decidir', pero en el futuro auguran y alimentan la ruptura con el resto de nuestros conciudadanos. ¿Dónde está la izquierda que defiende a los trabajadores, la que no levanta fronteras, la que prioriza solidaridad frente a la balanza fiscal y frente a la balanza comercial ¿Qué prioriza?

Habrá que votar, pero habrá que votar 'no' y tendremos que buscar candidaturas que se nos acerquen ideológicamente (imperfectamente) pero que digan 'no'. No, a esta deriva que tiene a Cataluña sin afrontar los verdaderos problemas desde hace más de tres años. No, a la separación-segregación-independencia. No, a los que ha detentado el poder desde las primeras elecciones autonómicas sean como CiU o como tripartito. Y esos están en las dos candidaturas comentadas: Catalunya Sí que es pot y Junts pel Sí.

La izquierda catalana ha perdido la gran oportunidad de derrotar al nacionalismo y recuperar la hegemonía, y extrañamente se ha unido al enemigo del pueblo. Qué pena.

Hace pocos días firmé junto a Paco Frutos, Luis Eduardo Aute y muchos más, el manifiesto “Por la redistribución de la Riqueza y la Unidad”, apoyando la presentación de la candidatura de Recortes Cero-Els Verds en las próximas elecciones de septiembre. Espero a la lectura de su programa para decidir mi nivel de implicación en dicha candidatura. Seguid con salud.