Pensamiento

El FN, al fin ante sus responsabilidades

29 marzo, 2014 10:40

En ciertas localidades francesas, la gente está tan harta de la clase política, de la política en general, de todos sus responsables (aquellos que gestionan, arriesgándose a decepcionar), que prefiere votar al Frente Nacional. Simplemente, porque este partido no ha llegado nunca al poder. Esto no es ninguna sorpresa, es incluso bastante banal, pero resulta problemático cuando se sabe lo que diferencia realmente al FN de otros partidos: tener todos los defectos de los profesionales de la política acostumbrados al cinismo y al poder, sin haber nunca (o casi nunca) ejercido la menor responsabilidad.

Una cierta constancia

No hace falta que hablemos del funcionamiento autoritario, del nepotismo o de la muy escasa transparencia del partido a nivel nacional. Ni de su apoyo a Bachar El Assad o a Vlamidir Putin. En estos ámbitos, no hay ninguna "renovación" entre Jean-Marie Le Pen y Marine Le Pen. Para convencerse, basta con leer el libro Revenus du Front [De vuelta del Frente]: la historia de Thierry y Nadia Portheault, dos militantes que creyeron en el "nuevo" Frente Nacional y se entregaron en cuerpo y alma a él (Nadie Portheault llegó a ser cabeza de lista para las municipales en Saint Alban [municipio de 1800 habitantes, de la Bretaña francesa], antes de abandonar asqueados... por el funcionamiento clánico, por el doble discurso, por el nivel de racismo, de antisemitismo y por la nostalgia del nazismo de ciertos cuadros locales promocionados bajo la autoridad de Marine Le Pen.

Hablemos más bien de esos electos locales que el Frente Nacional presenta como "esperanza" de renovación de la vida política. No nos referiremos a los ochenta candidatos extranjeros que el partido -opuesto al voto de los extranjeros- ha presentado para cerrar sus listas. No, nos centraremos en los candidatos franceses del FN.

Cinismo y amateurismo

Se nos dice que los franceses votan al FN porque están hartos de los políticos habituales y de su cinismo... ¿Qué mejor que votar entonces por Dominique Martin, candidato más votado en la primera vuelta en Cluses [municipio de 18000 habitantes, en la Alta Saboya]? En 2007, era el encargado de formación del Frente. Sus consejos a los candidatos fueron grabados con cámara oculta por un periodista. Hay que oírle hablar del "cliente-elector", al que propone pillar siendo "demagogo a muerte". Su desprecio por los jubilados y por los "portugueses (que) lo hacen -según él- todo a mano, roulé sous les aisselles [expresión peyorativa, literalmente 'enrollado bajo las axilas']", sus imitaciones grotescas, han seducido visiblemente en Alta Saboya...

Se diría que Dominique Martin tiene razón: ciertos "clientes-electores" no son demasiado escrupulosos con la mercancía. La prueba es que muchos de ellos no han tenido ningún problema en votar por listas FN preparadas deprisa y corriendo, en las que se mezclan pos-adolescentes, una actriz porno, un antiguo modelo de calzoncillos y muchos jubilados incluidos en la lista sin su conocimiento... algunos de los cuales fallecieron antes de la elección.

¿Renovación u oportunismo?

Se nos ha dicho: los franceses votan al FN porque quieren la renovación, no ver siempre las mismas caras en la televisión, oportunistas y ombliguistas. ¿Qué mejor, en efecto, que votar entonces por Gilbert Collard en Saint Gilles [13200 habitantes, en la región Languedoc-Rosellón]? ¿O Robert Ménard, candidato más votado en Béziers [71000 habitantes, en Languedoc-Rosellón]? El hombre que apoyó a los periodistas islamistas de Reporteros Sin Fronteras antes de frecuentar a los identitarios [ultraderechistas] bretones, el mismo que ha tendido el micrófono a Tariq Ramadan y cobrado dinero de Qatar, antes de ganarse el pan en el Frente Nacional. Conocido por su feroz oposición al "matrimonio para todos", estaría bien saber si se alegra del hecho de que Hénin-Beaumont [26100 habitantes, en la región Norte-Paso de Calais] vaya a tener un alcalde gay gracias al Frente Nacional.

Es cierto que los electores de Hénin no lo han escogido por esa razón. Al contrario que la mayor parte de candidatos FN, que son paracaidistas o han sido incluidos in extremis en una lista electoral, Steeve Briois está realmente implantado en la localidad. Difícilmente lo hará peor que sus predecesores, a juzgar por los esfuerzos de la izquierda local para empujar a los electores en brazos del FN, a fuerza de trapicheos y de un clientelismo fuera de toda duda. Pero existían otras alternativas, más constructivas que mandar definitivamente a paseo el futuro económico de su región, que ya era bastante precario... porque eso ha sido lo que han escogido. La ciudad no puede evidentemente luchar contra la globalización y las deslocalizaciones sin atraer inversiones, y por tanto sin disponer de importantes conexiones políticas. Algo que será infinitamente más difícil con un alcalde del FN, aislado y espantajo.

Hay que creer que para ciertos electores, lo importante no es tener un empleo sino sentirse en casa. Como ha dicho gráficamente Thierry Paimparet, un candidato [del FN] en la lista de Dominique Martin en Cluses: "Mejor ser invadidos por la Rusia de Putin que acabar por sufrir la islamización". El mismo que posa con gusto, en uniforme y con un kalashnikov.

¿Un partido como otro cualquiera?

Salvo que se quiera retirar la palabra "igualdad" de la divisa republicana, el FN nunca será un partido republicano. Pero se nos repite que ha cambiado. Ha sido, sin embargo, bajo el mandato de Marine Le Pen que el Frente Nacional ha presentado, en estas elecciones municipales, a un candidato admirador del Mein Kampf o a una candidata que posa rodeada de banderas nazis. Otro era fan de los uniformes de la SS, y otro tenía el símbolo de la División SS Carlomagno tatuado en el cuerpo. Lo cual no quiere decir que el partido no haya hecho esfuerzos para encontrar inspiración en el extranjero...

Fíjense en David Rachline, candidato más votado en Fréjus [52300 habitantes, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul]. Se inspiró fuertemente en la extrema derecha suiza [la UDC] para diseñar un cartel contra la "islamización". Denunciado ante la justicia, el cartel mostraba una enorme bandera argelina que invadía Francia, súbitamente salpicada de minaretes. Como si todos los argelinos, incluso aquellos que huyeron del islamismo, representaran en sí mismos un riesgo de invasión integrista... Pero cuidado: aunque el FN se muestra desconfiado ante la inmigración laica, no todos sus candidatos son beligerantes contra los islamistas. La candidata más votada en Tarascon [13300 habitantes, cerca de Aviñón, en la región PACA], Valérie Laupies, es una gran admiradora de Alain Soral y de sus amigos de Hezbollah y de Irán.

Ciertamente, Julien Sanchez, candidato más votado en Beaucaire [15500 habitantes, en la región PACA], fue condenado por "incitación a la discriminación y al odio racial y religioso". Acusaba al diputado local de la UMP de haber "convertido Nîmes en Argel". Pero su camarada, Marie d'Herbais de Thun, la que ayuda a Julien a entrevistar cada semana a Jean-Marie Le Pen para la televisión web local del Frente Nacional, no tiene nada en contra de ciertos árabes o negros... siempre que se llamen Bachar El Assad o Dieudonné. D'Herbais era la encargada de preparar la lista electoral en Savigné-L'Évêque [4000 habitantes, en el País del Loira], pero no encontró suficientes candidatos para integrarla... ni siquiera en los centros de mayores.

En el distrito [arrondissement] XII de París, Pierre Panet, también admirador de Dieudonné, consiguió cerrar su lista y mantener viva la llama. ¡Y qué llama! El hombre explica a todo el que quiera escucharle que el negacionista Faurisson es "un gran humanista".

No, en serio, el FN realmente ha cambiado. Y gracias a él, la "renovación" de la clase política está en marcha. Cuando se conoce la calidad de su contribución al debate público y político, antes de haber tenido el menor poder o la menor responsabilidad, no se puede menos que estar impaciente por verlos ponerse a trabajar.

[Artículo traducido por Juan Antonio Cordero Fuertes, publicado en la versión francesa de The Huffington Post y reproducido en CRÓNICA GLOBAL con autorización]