Por si no fue suficiente que CiU (ahora PDeCAT) colocase en su día a la cabeza de la sanidad pública de Cataluña como conseller a un personaje como el señor Boi Ruiz que, procedente del sector privado de la sanidad (poner el zorro a cuidar las gallinas), era defensor de privatizar/externalizar paulatinamente la sanidad pública, es decir, que tenía entre ceja y ceja hacer negocio con nuestra salud.

Por si no fue suficiente que en 2011 el CatSalut decidiese cerrar las urgencias de los CAP, con la oposición de la ciudadanía que llevó a cabo encierros diversos denunciando, entre otras cosas, que el cierre provocaría más colapso de las urgencias en el Taulí (como así ha sucedido).

Por si no ha sido suficiente que durante los últimos años la asistencia primaria en Cataluña haya perdido por diversos motivos 2.000 profesionales socio-sanitarios, cuando los datos demográficos apuntan que cada vez hay más gente mayor que necesita más servicios y atención sanitaria. Una pérdida sobre la que la Generalitat no ha tenido la vergüenza de dar explicación alguna, ni de cómo piensan arreglar el despropósito, aparte de cargar de trabajo extra a los que quedan, que hacen más de lo pueden ante tal desbarajuste premeditado. Baste recordar que, sin contar a los que están de baja por motivos diversos, según algunos estudios, en Sabadell faltan unos 70 médicos de familia y especialistas, aproximadamente. Ahora hacen circular el bulo de que "no hay médicos ni especialistas para contratar". Que dejen de ser miserables y traten mejor al personal reconociéndoles su labor en todos los sentidos.

Por si no es suficiente que el Vallès Occidental Est, es decir, las 400.000 personas a las que el Taulí da cobertura, tenga una ratio de camas escandalosamente inferior (1,7) a la media de Cataluña (3,7), o lo que es lo mismo, dos camas por cada 1.000 habitantes menos. Es decir, que existe un déficit de entre 700 y 800 camas (un hospital) para igualarnos a la media de Cataluña.

Por no han sido suficientes los recortes en la sanidad pública realizados, la nueva brillante idea de los cerebros del CatSalut es la de adelantar media hora el cierre de los CAP

Por si no es suficiente que la falta de recursos humanos, económicos y materiales estén conduciendo al Taulí a prestar un servicio de urgencias tercermundista, a un personal estresado y a unos pacientes necesariamente mal atendidos (no es causal que haya incrementado la mortandad este invierno). Y no vale como excusa alegar que es un tema puntual. Primero porque la situación insostenible de las urgencias la tenemos todo el año y será así hasta que tengamos camas suficientes para el necesario drenaje y hasta dotar de más recursos a la asistencia primaria, y segundo porque los directivos, además de cobrar, son los responsables de prever e implementar medidas ante eventualidades como la actual, y la dirección (gestores y administración local) no lo ha hecho. No vale la política de echar pelotas fuera, porque al final acabarán aconsejándonos que recemos a la Virgen para mejorar las cosas.

Por si todo eso no ha sido suficiente, la nueva brillante idea de los cerebros del CatSalut es la de adelantar media hora el cierre de los CAP. Han comenzado por algunos de la comarca a la espera de ver la respuesta de la ciudadanía para generalizarlo. Más enfermos para las urgencias, más colapso en el Taulí, más personal socio-sanitario estresado, más degradación de la sanidad pública, más recortes para destinar dinero de la sanidad pública a "otros inescrutables menesteres".

Mientras tanto, los políticos --estatales, autonómicos y locales--, en el limbo. Están en otra dimensión. A juzgar por lo que no hacen y por lo que no dicen, los problemas terrenales como la sanidad no parecen importarles salvo para presentarse como salvadores cuando se aproximan las elecciones con promesas que después olvidan miserablemente y entrar en el estéril bucle de siempre. A los de abajo nos queda seguir peleado para frenar los recortes y exigir que nos devuelvan lo expoliado, y seguir denunciando a quienes, a tenor de sus hechos, les importamos un pimiento.