Conozco personalmente a dos políticos presos en Lledoner: Jordi Turull y Josep Rull, ambos vallesanos: Turull de Parets (Vallès Oriental), y Rull de Terrassa (Vallès Occidental). Fue una comida en el Hotel cuatro estrellas Don Cándido de Terrassa en el que el anfitrión era Rull porque era el jefe de la oposición de CiU en el Ayuntamiento de Pere Navarro.

Jordi Turull y Josep Rull procedían de las Joventuts Nacionalistes de Catalunya (JNC) los cachorros de Convèrgencia que siempre habían sido estelados de derechas porque la bandera era la estelada en azul del histórico partido l’Estat Català.

Recuerdo un comentario de Xavier Quincoces “q.e.p.d” de UDC diciéndome que las JNC tenían como objetivo profesional entrar a trabajar en la Generalitat de Jordi Pujol donde la mayor parte trabajaban sin tener que ganar las oposiciones. El carnet te daba derecho a ese trabajo…

Xavier Quincoces me decía con ironía que todos estos jóvenes parecía que habían salido de una misma fábrica porque pensaban igual.

El padre de Xavier había sido franquista como la inmensa mayoría de los padres de Convergencia. Lo que hoy se dice del PP, aunque siempre ha sido CiU los que más adeptos al régimen han tenido en sus filas ya que no procedían de ERC sino de la Lliga Regionalista de Francesc Cambó que había financiado, desde Cataluña, la sublevación del 18 de Julio, por eso los de la FAI ajustaron cuentas…

La Memoria Histórica tiene estas cosas. El problema es que la ignorancia está muy repartida. Hay quien pretende olvidar.

Muchos indepes el 20 de noviembre de 1975 lloraron la muerte de Franco

Vuelvo a la comida de Don Candido: estaba presidida por el conseller Felip Puig de Política Territorial i Obres Públiques del último gobierno de Jordi Pujol. Estaba de comensal con el resto de directores de prensa, radio y televisión de los dos valleses, que tienen más de un millón de habitantes…

Nadie me tiene que contar lo que allí se dijo, hace quince años.

Estábamos en mayo de 2003. Para los desmemoriados faltaban unos años para la revisión del Nou Estatut.

Artur Mas era el delfín de Pujol (¡maldita hemeroteca!, ¡bendita memoria!) que ese año había ridiculizado a ERC diciendo que la independencia no tenía sentido

En ese marco temporal el conseller Felip Puig en los postres y tomando una copa de cava soltó esta andanada: “¡la única solución a Cataluña es la independencia!”, y se hizo el silencio en la sala. Corté el silencio con esta pregunta dirigida al conseller: “¿Está de acuerdo el President?”

Su respuesta fue muy reveladora: “No, el President no puede hacerlo porque tiene muchos compromisos adquiridos, ¡el primero con el rey!”

Me cogió mal de estómago y pensé levantarme de la mesa y dejar la sala pero me contuve porque no habían invitado a Roberto Giménez sino al director del Vallés.

PD. Hace veinte años que conozco a Turull. Siempre me ha parecido un político muy apocado, al menos cuando hablaba conmigo…