Pensamiento

Carta de amor de un colono a Pilar Rahola

28 marzo, 2014 08:08

Querida Pilar,

Te escribo estas líneas para mostrarte mi amor y mi admiración. Cada vez que te veo en la pequeña pantalla y adivino tras tu vestimenta, como dice mi admirado Ferran Monegal, tu poderoso 'frontis', mi corazón se pone contento.

Cada vez que te otorgan un nuevo honor, sea escribiendo la hagiografía del president, sea nombrándote para una nueva comisión patriótica, sea dándote una nueva tribuna de opinión, sobre todo si la pagamos con el dinero de los 'colonos' como yo, un placer infinito recorre todo mi ser

Pero mi sumisión ante tu figura no viene por tu exuberante físico. Es un deseo más profundo, arraigado en lo más profundo de mi ser. Me gustas por lo que me castigas. Te busco por el dolor que me causas. Te persigo porque cada palabra tuya es como un latigazo en las partes más sensibles de mi cuerpo.

Antes de seguir tus consignas soberanistas en todas las cadenas del régimen me gastaba casi todo mi sueldo en cuevas, jaulas, dominas y cruces. Conocí todos los entresijos de este mundo oscuro. Pero cuando comprobé que un artículo tuyo en La Vanguardia me producía la misma mezcla de placer y malestar que los buenos oficios de la 'maitresse' más experimentada, decidí volcarme en tu figura.

También me cuesta mis dineros, ya que los medios en los que puedo disfrutarte más que subvencionados, son regados con los presupuestos públicos, pero como esto me lo van a descontar sí o sí, sea vía céntimo sanitario, intereses de los bonos patrióticos, tramo autonómico del IRPF o tasas de la Generalidad, al menos amortizo mi aportación obligatoria a la construcción de ese nuevo estado que tanto deseas, y al que yo tanto temo.

Pero es que la sensación que disfruto al verte pontificar sobre la honestidad de los políticos, y recuerdo cuando 'trasladasteis' las subvenciones del Congreso y del Ayuntamiento de ERC -formación en la que conseguiste esos cargos- a un partido que os inventasteis tú y Ángel Colom, es idéntica al castigo más duro de la domina más deseable.

Cuando críticas el autoritarismo de los políticos de Madrid, y su falta de cultura democrática, y pienso en el 'no sabe usted con quién está hablando' que le soltaste a un pobre guardia urbano cuando osó intentar multarte cuando eras toda una autoridad política, es mucho mejor que sentir cómo una enfermera de pega te aplica un 'medical'. Es el imperio de los sentidos.

Cada vez que te otorgan un nuevo honor, sea escribiendo la hagiografía del presidente de la Generalidad que está convirtiendo Cataluña en un país dividido, sea nombrándote para una nueva comisión patriótica, sea dándote una nueva tribuna de opinión, sobre todo si la pagamos con el dinero de los 'colonos' como yo, un placer infinito recorre todo mi ser.

Pilar. Llámame 'unionista', 'colono', 'ser con autoodio' o lo que te plazca. Pero sigue ahí, dándonos caña, fustigándonos con tu oratoria, denigrándonos como los malos catalanes que somos. Nos gustas. Te queremos. Te deseamos. Y, lo más importante, te pagamos. Por eso eres un poco nuestra. Porque tú no eres patrimonio exclusivo de los independentistas. Eres patrimonio de toda Cataluña.

Te ama,

Tu colono incondicional.