De nuevo no salgo de mi asombro. De nuevo la reivindicación fanática del independentismo radical se llena de estupidez. De una estupidez poco practica y de una insensatez inconmensurable.

El anuncio de la campaña promovido por el Ministerio de Asuntos Exteriores para proyectar una imagen positiva de España en el exterior tras los efectos de la pandemia Spain for Sure, en la que han tenido la osadía de salir varios catalanes ilustres y de reconocido prestigio en sus ámbitos como son Pau Gasol, Valentí Fuster, los hermanos Roca o Ferran Adrià, parece ser que no ha gustado nada de nada a estos patriotas radicales y sectarios y han llamado al boicot a dichos personajes y a sus negocios. 

Si tenemos en cuenta que esta no es una campaña a favor de la unidad de España en la que se pudiera llegar a entender que un independentista pudiese no gustarle, no se comprende que, tratándose de una campaña dirigida al resto del mundo promocionando España, no vean que estamos también ante una campaña a favor de la imagen positiva de Cataluña. No. Ellos no. Como la iniciativa parte del Gobierno de Madrid su obsesión pesa más que la crisis en la que estamos todos inmersos y no son capaces de reconocer que este holandés, alemán, chino o norteamericano, al que va dirigido el spot, también viajará a Girona, a Barcelona, a Tarragona o Lleida. Prefieren una Cataluña empobrecida a admitir que esta es una buena iniciativa.

Este despropósito me recuerda aquello que me contaba mi abuela que durante la guerra civil española había, en el bloque de vecinos colindante al suyo, un falangista civil que, como traidor a la republica y dentro del territorio republicano, ayudaba a los fascistas ejerciendo de quintacolumnista. Cuando los aviones fascistas sobrevolaban su ciudad subía al tejado a hacerles luces para que se orientasen y pudiesen así bombardear el edificio. ¡El sujeto en cuestión ascendía a la azotea de su casa, dejando a sus hijos y a su esposa abajo y hacía señales para que los aviones fascistas no errasen el objetivo!

Cuando se hace una propaganda a favor para que los extranjeros vengan a España se está también haciendo publicidad para que vengan a Cataluña. Solo desde una visión enferma puede criticarse esta campaña. Solo los independentistas paranoicos y tendenciosos pueden estar en contra. La locura de su intransigencia les hace perder el sentido común. Su trastorno es tal que ellos, que se supone que quieren una Cataluña mejor, van en contra de sus propias necesidades.

Algunos independentistas, fanatizados como están, ya no valoran el mensaje. No. No todo lo que viene de los “otros“ es malo.

¿No han podido entender que el video no está ni tan siquiera dirigido a un público del estado español? Es una campaña internacional para promover la recuperación económica de toda España. Y en ese “toda España” está incluida, como no puede ser de otro modo, Cataluña.

Señores, habrá elecciones en breve…. ¿quiénes pretendéis que os voten? ¿Los comerciantes, autónomos, empresarios y trabajadores  que necesitan reflotar y salir adelante gracias a la recuperación de la economía? Sí. Que os boten, pero ahora con “B”.