La bolsa se despide de 2020 con un atronador batacazo. Esta semana cerró con 8.111 puntos. A falta de unas pocas jornadas hábiles para el final de diciembre, pocas variaciones va a experimentar. Así, el índice hispano habrá perdido en este vírico ejercicio alrededor de un 15% respecto de los 9.549 puntos que lucía hace justo 12 meses. Una vez más, los inversores han salido descalabrados.

Una nota llamativa del año que ahora concluye reside en que sus comienzos fueron prometedores. Así, en febrero, el Ibex se había encaramado hasta los 10.083 puntos. Esa fue la cima. Pero en marzo estalló la pandemia, los cambios se desplomaron y luego se sumieron en una montaña rusa.

A partir de octubre, tras la buena nueva de las vacunas se desató la euforia y las acciones se dispararon un 29%. Poco dura la alegría en casa del pobre. Por desgracia, acaba de emerger una violenta cepa descubierta en Reino Unido. En horas veinticuatro, el parquet se ha venido abajo. Las expectativas de salvar con holgura los muebles del ejercicio quedan en entredicho.

Si descendemos al detalle, escasos valores han dispensado alegrías a los ahorradores. Los títulos estelares son dos negocios vinculados a las energías limpias. Se trata de Solaria, impulsora de parques fotovoltaicos, y de Siemens Gamesa, fabricante de molinillos de viento. Se aúpan un 233% y un 102%. Aquellos afortunados que hubieran comprado acciones un año atrás, hoy se forran hasta las pestañas. En el primer caso han más que triplicado su dinero. En el segundo lo han doblado.

Tampoco es menor la revaloración de la farmacéutica Pharmamar y de la compañía de torres de telecomunicaciones Cellnex. Se anotan unas alzas respectivas del 69% y el 38%.

A continuación de esos cuatro grupos privilegiados marchan la eléctrica Iberdrola, 30%; el productor de envolturas para alimentación Viscofan, 29%; la constructora Acciona, 24%; y la industria siderúrgica Arcelor Mittal, 21%.

Por último, cierra la tabla de los números negros Cie Automotive, de componentes para automoción, con un avance del 5%.

Y aquí se acaban las buenas noticias. El resto del Ibex salda el curso con rebajas que en algunos casos constituyen auténticas debacles. Los más castigados son los que se relacionan con el turismo y los viajes. Cuatro empresas representan a este sector. IAG, holding que agrupa Iberia, British, Vueling y otras aerolíneas, se deja por el camino nada menos que un 61%. Hoteles Meliá cae un 25%. Aena, gestora de los aeropuertos españoles, un 18%. Y Amadeus, proveedora de tecnología para la industria de los viajes, un 16%.

De entre todos los ramos de actividad recogidos en el Ibex 35 hay uno que sobresale por la dimensión del leñazo. Me refiero al bancario. Lleva varios lustros mordiendo el polvo y no se atisban para el futuro inmediato posibles mejoras. Los desafortunados copropietarios de las entidades financieras padecen una ruina pavorosa. En este siniestro 2020 los del Sabadell han visto esfumarse un 63% de su dinero, los de Bankinter un 30%, los de Santander un 25%, los de Caixabank un 22%, y los de BBVA y Bankia, un 13% cada uno.

¿Qué nos depararán los mercados bursátiles en 2021? Cualquiera sabe. Dadas la complejidad de las actuales circunstancias, hacer predicciones en semejante materia es como jugar a la ruleta.